ATYPICAL ✦ JACOB BLACK

CAPITULO 18: Interrogatorio.

LANA

A la mañana siguiente, le resultó muy difícil no discutir con esa parte suya que le decía que todo lo que había pasado con Black esos días había sido un sueño. Ni la lógica ni el sentido común estaban de su lado. Lana se aferraba a partes que no podían ser de su invención, como el aroma a jabón que desprendía.

Se tapó el rostro con la almohada al recordar todas las veces que lo besó y, antes de levantarse, pegó un gritito de exasperación. No estaba acostumbrada a hacer esas cosas. Estaba segura de que algo así jamás hubiera sido producto de sus propios sueños.

Al bajar las escaleras, descubrió que su madre y Mary Kate se había marchado de nuevo. Eso significaba que tendría la casa sola para Gracie y para ella por un par de días; Lizzie había dejado una nota que se iba de vacaciones con su prometido Phillip Hamilton por dos semanas. A diferencia de Raymond, Phillip era agradable. Y Lana aun no lograba comprender que le habia visto el a su hermana para enamorarse perdidamente, pero suponía que no estaba tan cuerdo como pensaba si quería casarse con ella. 

De acuerdo, Lizzie no era ninguna tonta. Era inteligente y taimada. Aunque ese compromiso era como si un dinosaurio se quisiera casar con un perezoso. irracional y absurdo.

—¡Lana, Lana!. Mira, Ray me hizo coletas —dijo Gracie bajando las escaleras junto a Raymond. Lana se quedó casi petrificada.

Tomó del brazo a su hermana para separarla de el, con el ceño fruncido, y la colocó detrás de ella.

—¿Qué haces aquí?—lo encaró. El tenia las manos en los bolsillos, parecía relajado.

—Recibí una llamada de tu madre. Dijo que me quede para cuidarlas, ya que Elizabeth no va a estar en casa.

—No te creo.—soltó, escéptica. 

—Es cierto—esta vez habló Gracie, y Lana la observó sorprendida—. estaba en altavoz y escuche la conversación.

Suspiró frustrada. No contaba con la presencia de Raymond en la casa. Ahora debía estar mas atenta que de costumbre.

Con una sonrisa falsa, Lana se agachó hacia su hermana y le dijo:

—Grace, ¿Por que no vas a buscar tus cosas?. Se hace tarde para la escuela.

—De acuerdo.

Cuando desapareció de su campo de visión, ella se acercó a Raymond con porte desafiante.

—Si intentas hacerle algo a Gracie te juro que...

—Descuida.—desestimó el con sus ojos llenos de astucia—No me interesan las niñas pequeñas. En cambio, las adolescentes...—se acercó un paso delante de ella. Casi podía tocarla. —Bueno, ese es otro tema—su mirada era lasciva, intensa. A Lana le dio nauseas y miedo.

El retrocedió abruptamente al ver a Gracie Lou bajar las escaleras.

—¡Ya estoy lista!—grito, toda entusiasta. Lana la miro, estaba asustada, pero aun así intentó sonreír y disimularlo.

—Vamos, entonces. —al salir, le chocó el hombro a Raymond y le dedicó una mirada de odio. No supo de donde sacaba la fuerza, aunque estaba segura de que venia de algún lugar cósmico.

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Sola con Raymond.

Se le hizo un nudo en la garganta al darse cuenta de esa realidad. ¿En que pensaba su madre al dejarla a su cuidado?. ¿Realmente le tenia la suficiente confianza como para permitir que pase días en la casa con ambas?. Pero eso no era todo. Lana creyó que podía defenderse a si misma llegado el caso; sin embargo, cuando vio bajar a su hermanita esa mañana de la mano de Raymond... algo dentro de ella se removió. Una ira y miedo fluyendo a por la piel de que algo pudiese pasarle.