CAPITULO 14: Confiar o no confiar.

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LANA

Mientras maniobraba por mantenerse en el carril sin desviarse, Lana no podía quitar de su cabeza las imágenes brutales de dos lobos gruñendo frente a sus ojos. No; no solo eran lobos; eran licántropos. Recordó la manera en que ambos se desprendieron de sus pieles para adoptar una apariencia peluda y gigante. Eso era lo que había visto en el bosque. Eso era lo que había estado buscando. Eso era... eso.

Pisó el freno, chirriando las ruedas sobre el asfalto al ver a Jacob Black en su forma humana en el medio de la autopista. No llevaba siquiera una camiseta, a pesar de que hacia un frío de morirse. La mirada de Jacob chocó con la de ella, pero Lana permanecía abatida y paralizada en el lugar.

—¡Antes de pisar el acelerador, necesito que me escuches!.—grito el, preocupado.

Ella no supo de donde sacó la valentía para hablar, pero bajó la ventanilla y dijo:

—¡¿Ah, si?!. ¿Escuchar que?. ¿Un cuento para dormir para que luego me comas?

—No voy a hacerte daño. Ninguno de nosotros en realidad. —aseguró, dando un paso mas cerca, pero ella bajó del auto para encararlo. Definitivamente había perdido la cabeza.

—¿Entonces que eres?. ¿Solo un lobo que corre por el bosque feliz y contento?—dijo, mirándolo con inquina, aunque sus piernas temblaban.

El se quedó en el lugar, intentando no amedrentarla mas de lo que ya estaba.

—Nosotros protegemos este lugar de...—cerró los ojos un momento antes de decirlo—de los chupasangre.

—¿Chupasangre?—inquirió enojada—¿Me estas tomando de idiota?

—No, claro que no. —dio un paso hacia ella, pero ésta se alejó.—Lana, lo que dije es cierto. No voy a hacerte daño. Al menos, no ahora.

Ella frunció el ceño, inquieta.

—¿Como que no ahora?. ¿Que quieres decir con eso?.

Jacob se rascó la nunca desesperado.

—Es... dificil de explicar. A nosotros nos cuesta contenernos. Nuestra ira... hace que nos transformemos.

De pronto, fue mas de lo que pudo soportar. Lana sintió como si el efecto de todos los sucesos terribles sucedidos en su vida se le echaran encima de sopetón. Estaba tan agotada que sintió que se iba a desmayar allí mismo. Se tambaleó con paso vacilante y lucho por mantener una respiración acompasada.

—¿Lana?—llamó el preocupado—. Lana ¿Que sucede?.

Intentó acercarse, pero ella lo frenó en seco.

—Aléjate de mi, Black.

«¡Dios santo!. No ahora» se dijo a si misma «Cálmate, Lana. Respira. »

Las piernas cedieron y se sentó sobre el asfalto mojado. 

Aunque Jacob no se volvió a acercar, no le quitó la mirada de encima en ningún momento.

—Estas sufriendo un ataque de pánico. —dijo mientras se agachaba a su altura, manteniendo la distancia—Debes respirar profundo.

«Ya lo se, genio», intentó decir ella al mismo tiempo que se le cerraban los ojos.  Mas las palabras seguían sin aflorar. No podía respirar, el corazón le fallaba. Oyó que Jacob repetía su nombre, pero le pareció como si sonara bajo el agua y muy lejos.

—¡Lana, escuchame!. ¡Lana!—grito el, sin embargo continuaba sonando lejano—¡No pierdas el control!. Tu puedes hacerlo.

Lana, sin saber como, logró estabilizarse. Poco a poco sintió como volvía a la realidad y con la respiración agitada se recostó sobre el capó del auto. Volvieron a responderle los sentidos y, al mismo tiempo, los pensamientos empezaron a organizarse.

ATYPICAL ✦ JACOB BLACKWhere stories live. Discover now