CAPITULO 16: Un paso mas cerca.

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LANA

Desde que supo la verdad, las noches se transformaron en insomnio. Y los días en inquietud. Si bien Jacob le había dicho que ellos estaban ahí fuera para tranquilizarla, no podían estar en todas partes.

Para colmo de males, le había agarrado una gripe. Cuando despertó el martes a la mañana, tenia la garganta inflamada y le dolían las articulaciones. Tosió tanto que le sorprendió que su familia no la haya puesto en cuarentena. Gracie entraba de vez en cuando para traerle una taza de té y le hacia compañía junto a Prada. Lo que agradecía. La hacia sentirse que a su vida aun le quedaba algo de normalidad. No deseaba volver a un mundo donde la palabra "Vampiro" y "Hombres lobo" habían pasado de la ficción a la realidad. Prefería quedarse en la cama, donde su única preocupación era el sabor horrible que tenia el jarabe para la tos.

Morgan y Quinn fueron a verla al día siguiente.

—No estuviste atendiendo el teléfono—regaño Morgan, mientras se sentaba a los pies de la cama—. Y te ves fatal.

—¿Fatal?. Se ve terrible—argumentó Quinn, desde la puerta del cuarto.

—Gracias—respondió Lana haciendo un gesto con la cara—Lo que toda chica quiere oír—y tosió para darle un cierre a la frase.

—¿Te sientes bien?—se preocupó Morgan

Lana se alegraba que Black le hubiese dicho que no le contara nada a nadie. No quería hablar de lo que había visto ni de todo lo que sabia en realidad; al menos, por un par de décadas.

—Si, solo es una gripe. El invierno siempre me golpea fuerte.

—Espero no tengas pensado ir a la escuela mañana con ese aspecto—comentó Quinn. Morgan la miró mal—¿Que? Tiene una reputación que mantener.

—Descuiden, no pienso salir de la cama siquiera.—respondió.

Para el Viernes ya comenzó a sentirse mejor, pero no fue a la escuela. Todavía salia de la casa lo mínimo indispensable. No prestaba atención a nada excepto a los apuntes de clases, la computadora; y a sus novelas románticas.

La despertó un ruido en la ventana. No recordaba de haberse acostado ni metido en la cama, pero tenia el edredón acomodado alrededor del cuerpo. Solo había silencio y tranquilidad. Hasta que oyó ese ruido claro y repetitivo, inmiscuyéndose.

Se incorporó; parecía que el corazón le golpeaba las costillas.

Afuera estaba oscuro. La luz de luna se colaba por las persianas y proyectaba sombras escuetas en las paredes. Volvió a escuchar el ruido. Esta vez encendió la luz y se arrastró hasta la ventana, asomando la cabeza para ver el patio.

Abajo estaba Black, listo para tirar otra piedra. Lana se agachó y retrocedió para esquivarla, pero el ya la había visto y bajó el brazo.

—¿Te volviste loco?, ¿Que estas haciendo aqui?

—Solo quería asegurarme de que estuvieras bien. Estas bien, ¿No es cierto?

Dudó. No estaba bien, pero no sabia como decírselo. Percibió sus ojos de cachorro preocupado desde la tenue oscuridad. Ella suspiró.

—Es una gripe nada mas. ¿Viniste hasta aquí para eso?

Jacob alzó sus hombros.

—Estaba haciendo guardia cerca, y como escuché que estabas enferma, se me ocurrió pasar a ver como estabas.

—¿Y no se te ocurrió pasar en un horario normal?. ¿Tocando timbre, tal vez?—inquirió ella

—No soy normal.

ATYPICAL ✦ JACOB BLACKWhere stories live. Discover now