19

2.4K 197 50
                                    


– ¿Lo has conseguido? ¿Tony ha dicho que sí? –inquirió la pelirroja a su amigo nada más entrar por la puerta de su apartamento un rato después de que este la llamase.

– Ni hola, ni un abrazo, nada... Vaya amiga eres. –giró los ojos dramatizando el tono.

– Perdóooon. –dijo acercandose a él para abrazarlo.– Es que estoy nerviosa, ya sabes.

– No, para nada lo he notado estos días. Que va. –bufó haciendo reir a su amiga.

– ¿Entonces...?

– ¿Me hago el interesante o te lo cuento ya? –Natasha hizo un puchero, sabía que su amigo no podía resistirse mucho tiempo a sus caras y lo utilizaba siempre que quería algo. Esta vez no fue diferente.– Vale, vale. Sí, lo hemos conseguido.

– ¡Eres el mejor! ¡Te amo! –gritó esta dando saltitos mientras se acercaba de nuevo a abrazar a su amigo.

– ¡Me quieres para lo que te conviene!

– ¡Mentiroso! Te quiero siempre. –le sacó la lengua.– Pero ahora más. – rieron los dos. Clint no podía negar que adoraba a esa loca que tenía por amiga, y más aún sabiendo que estaba así de feliz.– ¿Y cómo fue? ¿Que ha dicho?

– Pues hablé con Tony, que por cierto, no es tonto. –insinuó haciendo que Natasha asintiese. Sabía que su manager sabía muchas cosas apesar de ella no haberle contado nada, y más después de esto. Era un buen amigo, pero hasta ahora lo de Wanda solo lo sabían los más cercanos a ella.– Y me dijo que él no tenía ningún problema con el plan, que iba a perdirselo a la discográfica a ver que opinaban ellos. Al rato me llamó y me dijo que le habían concedido un billete más. Creo que él no les dijo realmente para quién era o por qué lo querías, pero es mejor así.

– Ya... Mejor así, sí. –dijo con algo de tristeza. Clint puso una mano en su hombro en señal de apoyo. Habían hablado varias veces sobre el tema estos días.– Pero bueno, ¡ha salido todo bien!

– ¿Cuándo se lo vas a decir?

– Mañana, hemos quedado para cenar aquí en casa, y se lo voy a proponer.

– ¡Mira que romántica se ha vuelto ella de repente! –un cojín voló hacia su cara como respuesta.– ¡Pero qué bruta! No te enfades mujer, si me alegro mucho por vosotras.

– Gracias por todo Clint. –dijo abrazandose a él.

– Para eso estoy, ya lo sabes. –respondió devolviendoselo.

...

Natasha estaba realmente nerviosa. Incluso se había arreglado un poco, no demasiado pero era algo no habitual para tan solo quedarse en casa a cenar. Maquillaje sutil en los ojos y labios rojos, pelo suelto, top corto negro y unos pantalones de cuero ceñidos hasta la cintura. Además había cocinado ella, nada especial, una ensalada para compartir y pasta. Era de lo poco que sabía cocinar sin armar un desastre en la cocina, pero tenía ganas de hacerlo ella. Además de una botella de vino y una velita en la mesa.

Lo veía y no se creía que esa fuese ella misma. Clint tenía razón, jamás se había visto tan romántica pero es que Wanda sacaba su lado más sensible y aunque aún le daba un poco de miedo verse tan vulnerable ante otras personas, le gustaba que fuese así con ella.

Puntual como un reloj sonó el telefonillo de su apartamento y se acercó a abrir, no tuvo que preguntar quien era porque la había visto por la pantallita, esa figura ya inconfundible para ella. Los segundos que tardo en subir y llamar al timbre de su piso se le hicieron eternos, definitivamente estaba muy nerviosa.

Cuando abrió la puerta no pudo evitar el repaso que le hizo a la morena, el cual fue mutuo. Wanda llevaba un vestido rojo de manga corta y por encima de las rodillas, muy sencillo pero elegante, como ella. Tambien se había maquillado sutilmente y llevaba el pelo suelto y liso reposando en uno de sus hombros. Para Natasha, una obra de arte.

Las apariencias engañan - wandanat / scarletwidowWhere stories live. Discover now