Las apariencias engañan - wandanat / scarletwidow

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Natasha estaba en shock tras escuchar esas palabras en medio del abrazo. No sabía como reaccionar. ¿Estaba soñando? No podía ser.

Se separó bruscamente para mirar a Wanda con los ojos muy abiertos y comprobar si había oído bien o eran todo ilusiones suyas.

– ¿Co... Cómo has dicho? –dijo temblorosa.

– Creo que lo has escuchado bien, si. –Wanda rió entre las lágrimas que le quedaban mirándola a los ojos.

Entonces fue Natasha la que soltó un leve sollozo llevándose inmediatamente una mano a la boca, pero no pudo contener más las lágrimas que amenazaban con salir y se lanzó de nuevo a abrazar a la morena que tenía delante llorando.

– Pero no llores tú ahora. –Wanda acariciaba su espalda y su cabeza consolando el llanto en el que se había sumido. La separó sonriendo unos minutos después en los que la pelirroja había conseguido relajarse un poco, limpiando sus mejillas y apartándole el pelo de la cara. Natasha la miraba todavía con los ojos llenos de emoción y una ternura que creía jamás haber visto.– ¿En qué piensas? –habló de nuevo.

– En que probablemente estoy soñando y cuando me despierte esto no habrá pasado. –Wanda rió y pellizcó levemente el costado de la cantante.– ¡Hey! ¡Eso duele!

– Para que veas que no estás soñando. –volvió a abrazarla balanceándose suavemente con ella y disfrutando de la calma que sus brazos le proporcionaban.

– Bueno, entonces... ¿Ahora qué? –preguntó Natasha con miedo.

– Creo que primero tenemos mucho que hablar, ¿no crees? –dijo cautelosa a lo que la pelirroja asintió de acuerdo aunque cabizbaja, con miedo de lo que pudiera suceder todavía.– No te preocupes, ¿vale? Solo quiero que aclaremos las cosas... Siéntate, voy a hacer un poco de té y hablamos.

...

– Definitivamente, voy a matar a Pietro por ayudarte y hacer esto a mis espaldas. –la carcajada de Natasha resonó por la casa haciendo que el corazón de Wanda latiese con más fuerza.

– ¿No te alegras de que me haya ayudado?

– Ahora sí, pero cuando te vi en la puerta desde luego que no. ¡Y fue todo idea suya! Yo flipo, voy a matar a ese enano peliplateado.

Natasha le contó su encuentro con Pietro y hablaron también de cómo sucedieron los días posteriores a la discusión, además de repetidas disculpas de la pelirroja por haberse comportado así.

Wanda también había decidido explicarle mejor lo sucedido con su ex. Le contó cómo había acabado su relación con él y cómo varias veces después aún la había seguido buscando para hacer noticia y que hablaran de él, sobre todo cada vez que hacía algo importante y era reconocida. A Natasha le produjo mucho rechazo, odiaba a ese tipo de personas y se sentía realmente mal por haberla juzgado sin preguntar y haberse creído las palabras de ese imbécil. Después de ese rato de charla en el que ambas se encontraban más relajadas, la morena decidió que era un buen momento para preguntar algo que todavía tenía guardado.

– Oye Nat... –ella hizo un sonido a modo de respuesta mientras bebía de su taza y volvía a mirarla. Wanda bajaba la vista a sus manos nerviosa.– Tú eh... ¿Qué pasará con... Steve?

– ¿Con Rogers? –Wanda asentía.– No nada, ¿qué se supone que debería que pasar? –Esta se encogía de hombros.

– No sé, se supone que tenéis que estar juntos de cara a la prensa y... Da igual, es una tontería. –gesticuló con las manos restando importancia.

– No, hey Wanda, escucha. Él y yo somos muy buenos amigos, y sí, nos hemos acostado algunas veces, tú eso ya lo sabías. Pero hace tiempo que no hay nada entre nosotros aunque tengamos que fingir que sí con la prensa. –comentó eso último con rabia.– No he tenido nada con él desde que te conozco, y menos desde que se que me gustas, te lo prometo.