Call me Sensei (Terminada)

Valor

CAPÍTULO : 39.

📌📌  No lo lean si están chiquit@s 😔 hay golpes acá. La parte 🔥 está tranqui pero aun así hay que poner advertencia 😜.     📌📌

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Sus manos suaves y cálidas acariciaron su cuerpo tenso. Ella lo empujó instintivamente, solo para terminar atrapada más firmemente en su abrazo cuando él le rodeó la cintura con un brazo.

Al tocar piel con piel una tercera vez, sintió que de ella exudaba un calor con una sensación que la hizo estremecerse, no era la primera vez, pero en la memoria de su cuerpo él siempre era tan salvaje, casi se sentía dolorida como siempre terminaba tras estas cosas con su excéntrico esposo, justo al tiempo recibió un rudo beso, Izuna succionaba y mordía sus labios con fiereza.

Sus manos se arrastraron rumbo a  sus montículos para amasarlos, Regina soltó aire caliente de su boca livianamente en el oído de el hombre que acaba de separarse de ella para observar lo que tenía en sus manos, fue entonces cuando ella sintió que algo duro tocó su espalda.

En el tiempo que estuvieron separados él recordaba el tamaño de los senos que ahora estaba acariciando y la sensación de cosquilleo de la melena rizada de esta mujer, siguió besándole el cuello, aunque ella solía ser muy dulce con sus palabras, era rígida y fría íntimamente.

Bajo la teoría de recibes lo que das, decidió tomar el camino de la sutilidad y provocarla hasta el punto de ser ella quién lo pidiera y no él, la sacó de la tina, sentada en el borde, enjuago su cuerpo lleno de espuma, mientras ella se cubría con las manos, tomó una toalla y la secó. Mirando su propio cuerpo notó que no podía ocultar su entusiasmo, y se enjuago con agua fría para intentar calmarse, o perdería antes de iniciar el plan.

Se colocó de nuevo la bata, mientras Regina miraba a otro lado. La había sacado de allí para que no se quedara dormida, usualmente ella gastaba mucha energía cuando se enojaba y se relajaba tanto al bañarse por las noches que incluso ella misma lo evitaba, y hacia esto contadas ocasiones.

Todavía necesita despabilarla y estimularle las ganas—Sabes —ella levantó la cara mientras él se anudaba la bata—no importa si dices la verdad o mientes, voy a escuchar tus palabras creyendote a ti, siempre. —fue sincero en sus palabras.

Sin embargo Regina lo tomó como un insulto, seguía llamándola mentirosa, cejas se juntaron como siempre hacia al enojarse, Izuna la cargó rumbo a su cama sin que ella dejara de mal verlo, habían pasado pocas noches juntos allí.

Las puntas de su cabello estaban mojadas, por lo que Regina también se resistía mentalmente a cancelar el secado de su cabello, lo odiaba por lo mucho que se esponjaba y deducia que era una de las razones por las que a Izuna no le gustaba tenerla cerca, pues ponía una cara extraña cuando su enmarañado cabello le rozaba la piel.

—Iz...

Con un beso cálido selló sus labios, metió su lengua en su boca, ella instintivamente colocó las manos en su pecho, la sensación del toque en sus manos al sentirlo desnudo le recorrió la piel, y casi lo empujó al sentir sus dedos acariciandole las caderas.

Inclinándose a ella con fuerza la hizo caer de espaldas en la cama, cuándo él sintió en ella esa rigidez habitual, abandonó su boca para meter la lengua en su oreja, ella gimoteo levemente, y el le beso dulcemente la mejilla, mientras acariciaba sus carnosos muslos, la beso nuevamente, conteniendo las ganas de morderla, aún así ella sentía la pasión con la que devoraba sus labios, sin ser consiente rodeó con sus piernas las caderas de Izuna, sus puntos medios calientes rozaron constantemente después de que ella hiciera esto.