Call me Sensei (Terminada)

SAKURA NO IMPORTA

CAPÍTULO:11.

Seis en punto, el despertador lejano sonaba desde el cuarto de Tsunade, Sakura arrojó sin mirar una estatuilla de porcelana y rompió ambas, para luego hecharse a dormir , cuando la dueña volviera, Tsunade Senju su tía una mujer de cincuenta y pocos años que parecía de treinta, la mayor de tres hermanas, la única que no se casó, Mebuki y Shizune las menores se habían casado jovenes, una de ellas la única que tenía hijos, o más bien una hija por descuido decidió desacerse de ella mandandandola a vivir con su Tsunade, mientras ella y su esposo buscaban convertirse en abogados exitosos, distinguidos por la honestidad y su habilidad para defender la justicia en cada uno de sus casos.

La paternidad no se les dio a ninguno y ese amor innato por su hija era casi imperceptible.

Sakura era lo último en su lista de prioridades, pero para Tsunade lidiar con ella estaba llevándola a su límite, no era justo para nadie a decir verdad y ya iba siendo hora de que alguien hiciera algo.

Esta vez el motivo por el que Tsunade salió de casa no tenía nada que ver con la escuela, ésta vez iría a poner a Mebuki y Kizashi Haruno en su lugar, básicamente a obligarlos a hacerse cargo de su hija, aún estaban a tiempo de enmendar su camino, deseaba con el corazón que no fuera demasiado tarde para su sobrina por que la verdad esa chica era un desastre espeluznante.

-Tsunade - un beso- que sorpresa, mi asistente me comentó que vendrías pero no lo creí, toda la vida se te ha ido en aquella escuela. - con un gesto de aburrimiento en su rostro y en la mano un pequeño espejo acomodó su cabello corto y rubio

-Soy libre de hacer lo que me plazca ya que yo no tengo responsabilidades botadas por ahí.

Desvió la vista de su reflejo hacia su hermana, cerró el pequeño estuche y lo guardó en su bolso levantando las cejas.

-Otra vez con eso- sonrió como el demonio rosado que había dejado en casa- somos hermanas Tsunade, tu deber es ayudarme con tu sobrina, ya que no tienes tantas obligaciones como yo. - esa sonrisa y ese descaro de ambas...

-Mebuki - Tsunade intentaba no exaltarse- estoy muy agobiada por ver a mi sobrina crecer sin padres.

-No seas ridícula Tsunade, ella sabe que tiene padres pero lo más conveniente es que esté contigo ninguno de nosotros tiene tiempo para ella.

-Yo no soy capaz de comprenderla, de guiarla, también estoy bastante ocupada, Sakura ha crecido prácticamente sola.

-Es una niña Tsunade, que problemas te puede causar- sacó su celular y con la plumilla desplazaba por la pantalla piquetes a la vez que hablaba- guiarla pues para eso está la escuela, preocupate cuando entre a la preparatoria.

Esa última frase fue para Tsunade como subirse a su cabeza y arrancarle el cabello a puños.

Tomó la muñeca de su hermana tan fuerte que su celular salió volando, furiosa y con la nariz arrugada le preguntó -¿Sabes por lo menos cuántos años tiene tu hija grandísima idiota?.

Mebuki la miró fríamente a los ojos sin responder nada. Se soltó sin esfuerzo y se alejó los suficiente para recuperar su teléfono.

-Gracias por venir Tsunade, nos veremos luego.- Dandole la espalada se dispuso a bajar las escaleras.

-¡Eres una estúpida Mebuki, mujeres como tú no merecen tener hijos!.

-Lo que tú digas- desapareció en segundos.

-¿Cómo puede...

-¿Tsunade?.

-Kizashi.

-Que sorpresa tan agradable - saludó formal- ¿qué te trae por aquí?.