Call me Sensei (Terminada)

SAKURA Ó REGINA

CAPÍTULO : 26.

—¡Sasuke! —él se giró a verla, bajandome despacio. — ¿Qué crees que haces besando a tu alumna? y  enfrente de mí.

—Regina, ¿qué haces aquí?.

—Comprobando lo que creí un chisme barato—Uchiha sensei tomó mi mano —Estás cometido un delito, amigo .

—Sabes que no, consumar el acto es un delito pero lo que ella y yo  tenemos es algo un tanto más formal, un compromiso sólido del que nuestra familia de hecho tiene conciencia.

—¿Un matrimonio arreglado?, ya veo, en ese caso sería mejor que no ilusiones a esta niña, deberías dejarle claro que tú no tienes sentimientos por ell...

—¿Qué sabes tú de mis sentimientos? — cuestionó mi sensei sin alterarse mientras ella se veía tan tensa como si estuviera a punto de explotar.

—Puedes besar a todas las mujeres que quieras frente a mí y yo sabría que solo estás intentando darme celos. Nunca podrás olvidarme Sasuke.

—Ya no tengo diecisiete años Regina —respondió tranquilo —las cosas han cambiado.

—Me vas a decir que en medio año ya te enamoraste de ella.

Uchiha sensei rompió mi corazón quedándose callado.

La mujer complacida, me miró burlona, entonces decidí arañarle la cara, arrancarle sus rizos de Caniche y tirarle todos los dientes.

Intenté soltarme de la mano de Uchiha sensei pero él la apretó con  más fuerza, con sus ojos fijos en mí respondió al fin.

—Por favor no sigas provocándola Regina —rodeada por sus brazos mi cuerpo tieso y mi garganta en llamas, se apasiguaban de a poco—no tienes ni idea de lo que haces, será mejor que te vayas, lo último que quiero es que mi bebé se enoje conmigo por tu culpa.

—Ja — con la boca entre abierta entre un intento de sonrisa, dio media vuelta a velocidad contoneante, subió a su automóvil y se marchó haciendo un escándalo.

Yo estaba viéndola cuando Uchiha sensei me giro la cara en su dirección, en sus ojos mi reflejo me me dio miedo, evadi la situación abrazándome a su cuello.

—Lo extrañé mucho sensei—le di varios besos en la mejilla saboreando la piel de su cara, aún sin ácido mis papilas gustativas salivaban. —Pero usted es una persona horrible, y no me merece.

—¿Ah si?, ¿Y por qué? Si se puede saber.

—Le parece poco irse sin avisar, sin despedirse, no llamar, encima su ex novia...

Me silenció con su índice— No quería preocuparte con cosas de mi familia, siento no haber llamado, y ella nunca fue nada de mi.

Lo miré de los pies a la cabeza, intentando hallar un defecto en él, y solo conseguí confirmar su elevado  sex appeal —Simplemente usted es una mala persona.

—Puede ser, soy malo por evitar una pelea inútil, soy malo por romper mi palabra de castigarte por la alegría de verte, soy malo por...

Salté a sus brazos rodeandole la cintura con las piernas y él me atrapó con solidez—Jamás debió hacer algo tan tonto como castigarme— le dije de frente, posteriormente escondí mi cara en su costado—cargueme hasta mi casa.

El sostuvo fuerte mi cintura y me llevó dentro, con mi cara pegada a su cuello, aspirando su esencia con cautela, admití que me gusta demasiado su olor. Está grabado en mi mente como algo afable y perfecto, me sentía tan complacida en ese instante que la infelicidad de no escucharle decir que también me ama, se maquillo de manera uniforme.