Call me Sensei (Terminada)

CASTIGADA

CAPÍTULO : 25.

—Perdón Itachi, limpiate la cara—me levanté de la mesa y cerré mi puerta con seguro, después en el baño de mi recamara marqué el número de Sakura.—¿Qué es eso que acabas de escribirme?, te juro que si es una broma...

—No lo es, yo perdí con usted aunque evidentemente ninguno de los dos recuerda detalles, así es.

—No puedes estar hablando en serio.

—No bromearía con algo asi, mi  mamá de hecho lo sabe.

—¿Qué?.

—Si, se dio cuenta de inmediato, aunque no sabe que fue con usted, dedujo que fue con Naruto, no se armó el problema por que —suspiró —no hubo encargo a París.

—Sakura yo...

—En ese entonces si fue difícil de procesar, pero extrañamente mi madre estuvo conmigo para hablarlo y me sentí muy apoyada por ella. Y a usted no podía obligarlo a tomar responsabilidad por ese accidente, me pudo haber pasado con cualquier otro y habría sido peor.

—Como lo expongas, lo que te hice es abominable, es horrible.— sentí un temblor que inició en mis pies y subio por todo mi cuerpo con sudor frío, raspones en mi garganta reseca.

—Escuche, no volveré a tratar este tema con usted, y tampoco quiero que me tenga lástima—respondió ambos sabemos que usted no tenía intenciones de aprovecharse de mí, simplemente es la consecuencia de mi propia imprudencia.

—¿Por qué no me lo dijiste antes?, yo era el adulto a cargo Sakura.

—Y lo sigue siendo— dijo fuerte —sensei, lo sigue siendo, usted dijo que no quería que nuestra unión fuera forzada por agentes externos,  me siento igual por eso me encargué de poco a poco conseguir que usted se interesara en mí, no quiero ni necesito su compasión, después de todo ya estamos juntos como yo quería, pero por voluntad propia.

Me quedé en pesado silencio, con aire cortado.

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Le colgué, sabía que algo asi sería su reacción tenía mis dudas sobre si fue buena idea decírselo, creo que no, creo... que acabo de arruinarlo todo.

O por otro lado, uno más lógico, va a tratarme con excesivo respeto o desprecio al sentirse culpable de lo que pasó .

Mi celular sonaba sin cesar, miré su nombre en la pantalla, acostada boca arriba, apagué el dispositivo, mirando el techo di vueltas en mi cama, me sentía tan deseperada que me ahogaba al intentar respirar, pasarón fácilmente veinte o treinta minutos. Preguntándome mil cosas como;

—¿Por qué estás jugando un juego tan peligroso con un rival tan fuerte?, ¿Puedo perder aún más valioso todavía frente a él?.

Si, me arriesgo a convertirme en una más, como Mei sensei, la tal Regina, pues la inteligencia, los años del sensei , tantas cosas a su favor, temo que si él me lástima no podré superarlo tan fácilmente como lo hice con Naruto.

Cuándo las luces de mi habitación estaban apagadas, y solo veía un hilo de luz que entraba por la  ventana, me pareció escuchar que algo golpeó el cristal, me levanté de la cama de inmediato.

Se me estrujo el corazón y fue extremadamente sorpresivo verlo colgar de mi ventana—¿Uchiha sensei? —quité el seguro y lo ayude a subir.

Sin decir nada me abrazó con impulsividad, su cuerpo se sentía tan frío, y aún así, él me proporcionaba una calidez enajenante — Necesitaba verte. —me dijo besandome la cabeza con una suavidad tan sutil.