— ¿A qué te refieres? — Titubeé siguiéndole la corriente, aunque a juzgar por la mirada desorbitada de Xander no debería haberlo hecho.

   — Acompañarme a mi cita con Henry y esconderos detrás de un arbusto — Resumió nuestra labor concretándolo tanto que la actividad perdió completamente la gracia. Xander me dirigió una mirada fatigada, preguntándome con ella si podía ser tan sumiso como para obedecer sus órdenes.

   — ¿Y qué ganamos nosotros? — Negoció Xander, tratando sacar beneficio de su futura y poco duradera tarea.

   — Todo mi amor, cariño y aprecio — Le explicó Taylor mostrando una mueca pervertida, lanzándole un beso al rubio mientras le dirigía una mirada lasciva.

   — No me interesa — Se excusó Xander, desviando la mirada y tratando de ignorar el beso que le había tirado.

   — ¡Klaus! — Rogó Taylor suplicándome de manera rastrera, mientras me agarraba las manos y las juntaba entre las suyas.

   — Con una condición — Propuse haciendo que ambos acompañante míos despertaran su interés hacía mi propuesta.—: haz una reserva en el bar de tu padre para dos personas, la cena la pagas tú — Expliqué tornando mi mirada a una fiera, una que se mostraba insensible a cualquier impotencia.

  — ¿Para qué quieres tú eso? — Preguntó Taylor cada vez más aturdido. Le guiñe un ojo, no se sí así logré que comprendiera mi propósito; pero de todas maneras se encogió de hombros y aceptó mi chantaje.— De acuerdo, como quieras; pero quedamos en mi casa a las seis menos cuarto.

   *   *   *

   Y así llegamos, escondidos tras un arbusto, observando entre las ramas las miradas de confusión y de pasión que se cruzaban en ocasiones entre los muchachos a los cuales vigilábamos.

   — No comprendo cómo hemos llegado a hacer esto — Masculló agotado Xander, tratando de buscar la postura idónea inútilmente.

   — ¡Cállate! ¡Está ahí! — Susurré alarmado, tratando de silenciar su voz (a pesar de que ni siquiera se había molestado en comentar nada más) cubriendo su boca con mi mano.

   Xander mordió mis dedos con fuerza, sin agresividad; pero ni siquiera me molesté en responder su ridículo gesto. Observaba como aquella cerilla andante e imponente se acercaba con pasos mansos hacia el moreno que permanecía apoyado en el tronco del árbol acariciado por la sombra que proyectaba éste.

   Tragué saliva, advirtiendo que sus voces se distorsionaban convirtiéndose así en susurros lejanos que resultaban imperceptibles desde el lugar en el cual nos encontrábamos.

   — No se oye — Farfulló Xander mientras se colocaba detrás de mí y se ponía de rodillas al igual que yo, colocando sus manos sobre mis hombros, agarrándolos con firmeza para inclinarse más hacia adelante, tal vez creía que así oiría la conversación, pero era completamente inútil.

   — Tal vez si te callas — Bufé mirándole de reojo, consiguiendo que me sonriera burlón finalmente depositando un beso sobre mi mejilla. Tras aquella pequeña muestra de cariño, torné de nuevo la mirada hacia la escena que nos habían encargado vigilar.

   Eran casi imperceptibles sus voces, no era capaz ni lograba distinguirlas entre el pitido constante que había ocasionado agudizar mi oído al máximo, tampoco servía de ayuda el chirriante e incomodo trinar de los pájaros y el incansable y prepotente viento que golpeaba con fuerza las hojas del arbusto en el cual nos encontrábamos.

   — Sólo nos queda prestar atención a sus gestos — Explicó Xander, centrando su mirada en los objetivos de nuestra misión.

   Fijé mi mirada en Taylor, que respetaba una distancia considerable, aún así parecía nervioso y en parte asustado al advertir que Henry trataba de romperla. Taylor parecía acorralado y mi corazón cada vez latía más fuerte a cada paso que daba el pelirrojo hacia mi amigo. Sentía mi corazón latiendo en mi garganta, aturdido al advertir como Henry mataba la distancia que dividía sus cuerpos al igual que hizo esa misma mañana.

¡Estúpido niñero! (yaoi-gay)Where stories live. Discover now