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30. Leona

Trixie's POV:

¿Qué carajo hacía Lucas aquí y qué mierda iba a hacer con Harry presente?

—Trixie... —soltó él, sorprendido. Entró al apartamento lentamente y cerró la puerta detrás de él.

Vi de reojo que Harry se puso de pie a mi lado. Lucas se tensó. Fue ahí donde noté sus dedos apretando el asa del gran maletín negro que traía en su mano.

—Lucas —respondí—, hola.

Sus ojos lucharon por despegarse de mí, y después de unos segundos logró enfocarse en Styles.

—Harry.

El ojiverde asintió con la cabeza en saludo. Podía sentir la incomodidad de ambos.

—Ray no dijo que vendrías —murmuré lo suficientemente alto como para que él me escucháse.

—Oh, no, yo... —Miró su maletín—. Venía a traerle unas cosas. Salía del trabajo y...

Su tono de voz cada vez bajaba más hasta apagarse. Parecía que él pensaba que a mí no me interesaba escuchar su explicación. No sabía cómo sentirme. Por un lado no quería verlo, pero por otro estaba feliz de darme cuenta que estaba bien.

—¿Sales del trabajo? —Supuse por su ropa. Lucía un traje negro y camisa blanca.

—Sí. —Se acercó unos pasos—. Vivo cerca. Vengo a ver a Ray seguido, también.

Ray no me había dicho nada de él.

Mis labios no podían juntarse. Tenía la boca abierta porque respiraba por ella, intentando que más oxígeno me llegue a la cabeza.

El carraspeo de Harry me sacó de mi nube.

—Amm, voy a servirme más agua —dijo por lo bajo.

Dándonos una última mirada, Styles tomó su vaso y se dirigió hacia la cocina. Una vez que la puerta se cerró, tragué saliva y regresé mis ojos a Lucas. Él relamió sus labios con la punta de su lengua y me observó.

—Ray está hablando con un compañero de trabajo, amm —balbuceé—. Siéntate, supongo.

Él me ofreció una corta, casi invisible sonrisa sin mostrarme los dientes. Se dejó caer en el sofá delante de mí y acomodó su maletín en el piso, a su lado. Yo me senté en mi mismo lugar, encarándolo.

—¿Convenció a Harry de actuar en su película? —rió bajito.

—¿Cómo sabes?

—Trabajo con él. —Palmeó su maletín—. Mi compañía le vende los equipos digitales para su película.

—¿Tu compañía? —repetí.

—Soy el gerente —asintió.

Alcé mis cejas, asombrada. Lucas se lo merecía y apostaba que había trabajo mucho para el puesto máximo.

—Guau —me sinceré—. Felicidades.

—Gracias —sonrió de nuevo, despacio—. ¿Y tú?

Negué cortamente.

—Estuve trabajando en el tour de Harry en su equipo técnico —conté—. Ahora soy jefa de producción en Don't Worry Darling.

Esta vez sus cejas se alzaron mientras asentía lentamente con la cabeza.

—Eso es impresionante. Felicidades a ti.

No era incómodo... era... ¿triste? Esta situación era triste. Nuestra relación no acabó de la mejor manera. Se quedó con rencor, molestia, celos, mentiras, frialdad.