4. Correo

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"Ray, ¡muchas gracias por asistir a nuestra fiesta hoy! Espero que te haya gustado oír el nuevo álbum de Harry Styles: Fine Line. Como regalo de agradecimiento, podrás descargar las canciones gratis veinticuatro horas antes de su estreno. Utiliza el siguiente código adjuntado abajo para conseguir la música en iTunes y Spotify. Una vez más, gracias por venir hoy. Todo el amor. HSHQ."
Mensaje enviado a ray_santoro@gmail.com y 48 contactos más.

Un mensaje de cortesía automatizado para todos los invitados. Eso era.

—Ah, no, así qué chiste —Ray bufó.

¿Yo realmente tenía la esperanza de que un mensaje de él apareciera? ¿Después de todo este tiempo?

—Bueno, al menos podremos escuchar el álbum un día antes que todos los mortales —animé.

—¿Y si respondemos? —propuso—. Podemos decir que se nos quedó algo en el local y debemos regresar o algo así.

Lo pensé unos segundos.

—¿Y para qué?

—¿Cómo que para qué? —Palmeó mi pierna—. ¡Para ver a la rata de dos patas esa!

No sabía si quería eso.

—¿Pero acaso crees que el mismo Harry nos devuelva las cosas? Mañana tiene otra fiesta en Berlín, ya no creo que esté aquí.

Ray hizo una mueca de disgusto con sus labios.

—Qué water party eres...

Se me escapó una risa absurda.

—¿Water qué?

—Ay, es que no sé decir esa palabra. ¿Te debo recordar que el inglés no es mi primer idioma?

Y aunque me sintiera mal, no podía parar de reír ni de apretar mi pancita contra mis manos por el dolor.

—De seguro es el destino —contesté.

—Una vez leí que "El destino suele estar a la vuelta de la esquina... pero lo que no hace es visitas a domicilio. Hay que ir a por él.” 

Encarné una ceja.

—¿Ahora citas a mis escritores favoritos?

—Adoro ese libro más que a mi vida, a ti, y a los mojitos.

Volteé mis ojos. Aquel libro era el mismo que le había recomendado a Harry en nuestro sueño. ¿Lo habrá leído? ¿Se habrá acordado de él? ¿De mí?

Separé mis labios dispuesta a reclamar cuando otra notificación alertó su laptop. Ray y yo observamos su pantalla: era un nuevo correo del mismo remitente. HSHQ.

—¡Harry! —mi amigo chilló abriendo el correo.

"Querido Ray,
Como parte de una rutina de seguridad, necesitamos tu confirmación de presencia el día de hoy. Por favor, completa el siguiente formulario con tus datos y los de los acompañantes que trajiste contigo."
-Correo enviado desde iPhone.

Se me detuvo el corazón.

—¿Crees que...? —Ray dijo—. Mira, en este correo no se ven los otros destinatarios. Fue únicamente enviado a mí. —Apuntó el final del mensaje.

No lo creía, no sabía qué pensar. No quería hacerme ilusiones.

—A ver, llénalo. —Lo incité a completar el formulario.

Mi amigo hizo clic en el enlace adjuntado y se abrió una página que le permitía ingresar su nombre completo, lugar de residencia, edad y los mismos datos para su acompañante, es decir, yo. Después de unos minutos, Ray mandó la información con el ceño fruncido. Lo había mantenido así todo el tiempo.

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