LoveFiction

3. ¡Qué mentiroso!

No sabía cómo sentirme.

La culpa empezaba a golpearme porque aquí tenía a Harry Styles pensando que seguíamos en el dos mil quince, con su cabello largo, y en One Direction, y él no recordaba los últimos dos años porque ¡yo lo jodidos atropellé!

—Ok, no vamos a alterarnos —avisé tomando una profunda respiración—. Quizá es la medicina. Quizá necesites dormir un poco y cuando te levantes recordarás todo.

Sus ojos regresaron a mi teléfono en mi mano. Sus dedos me lo arrebataron lentamente y se concentró en su foto.

—Ese soy yo —Su voz tembló.

—¿De verdad no te acuerdas?

Juro que sentí mi corazón romperse cuando una lágrima cayó por su mejilla. Su otra mano que tenía suero se elevó a su rostro y limpió aquella lágrima. Ahí él pudo darse cuenta de sus uñas: estaban pintadas de negro. En el dos mil quince Harry no se pintaba las uñas tan seguido, por lo que de seguro le pareció raro.

—¿Quién más sabe que estoy aquí?

—Solo tu mamá y Jeffrey; ya deben estar por llegar.

—No, no, me refiero a fans. ¿Me han visto llegar? ¿Escándalo?

—No... —Creo que no— no te preocupes por eso.

—No, sí me preocupo. Kendall me mataría... espera —sus ojos se abrieron en grande— ¿sigo con Kendall?

Oh, Cristo, odiaba esto.

—No... —fruncí mi ceño.

El exhaló con alivio.

—Gracias a Dios, no podía seguir más con ese contrato.

Se me detuvo el corazón.

—¿Contrato?

Parece que él recordó que yo era una fan.

—Mierda, no debí decir eso. Por favor no le digas a nadie.

No podía creerlo...

—Soy una tumba.

—¿Estoy saliendo con alguien ahora? Mierda —se quejó dejando caer mi teléfono y frotando su rostro con sus palmas— mierda, mierda, esto es frustrante.

Mordí mi labio inferior nerviosa. Harry estaba sufriendo, estaba preocupado, estaba asustado, había cagado por completo su trabajo y su vida.

—Supuestamente estás saliendo con una modelo —informé—, se llama Camille Rowe, ¿te acuerdas de ella?

Su mirada recorrió la habitación, pensando.

—Conozco a Camille, pero es mi amiga, es amiga de Jeff —alzó sus hombros—. ¿De verdad salgo con ella?

Dolía. Puta madre, ¿cómo miraba a los ojos al hombre que amo y le decía que al parecer sí tenía una novia?

—Hay rumores en el fandom y... cuando tuve que llamar a Jeff para avisarle del accidente, desbloqueé tu celular y vi tu fondo de pantalla —confesé—. No vi nada más, lo juro. Solo vi esa foto, lo prometo.

Creo que no le importó mucho aquello. Harry palmeó sus bolsillos de su pantalón negro y finalmente sacó su celular. Él lo observó con confusión. Obviamente ese aparato no era el que él recordaba tener. De todas formas, lo desbloqueó con su huella y vio su fondo de pantalla. Se apresuró a buscar su galería y entró a sus fotos. La última que había tomado era de un cuarto de hotel.

Su pulgar se deslizó por la pantalla pasando más fotos de cuartos de hoteles hasta que llegó a una en que enfocaba a cuatro personas riendo. Era de día y ellos chocaban sus copas con una bebida burbujeante en ellas.