¿Qué pasaría si Harry Styles pierde la memoria a solo tres semanas de comenzar su primera gira mundial?
¿Qué tan terrible sería que tú hayas sido la causante de esa pérdida?
¿Y si la única manera de prepararlo para los escenarios de nuevo y hacerl...
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"El orgullo que sentía por Harry era diferente esta vez. No estaba feliz por mi ídolo (aunque sí), me sentía contenta por mi amigo Harry. Verlo de pie a solo unos metros en el pequeño estrado, presentando su documental al público (incluyéndome), inflaba mi corazón de orgullo.
—...y muchas gracias por venir esta noche. Gracias por darse el tiempo de conocerme a mí y un poco más sobre la creación de mi álbum —decía jugando con sus dedos bajo su vientre, claramente nervioso.
Sus ojos no se habían despegado de los míos durante todo su discurso, cumpliendo su promesa de hace unos minutos antes de subir al estrado: "Te estaré viendo mientras hablo para que nadie logre intimidarme. Me siento seguro con que tú estés aquí". Aquellas palabras habían ocacionado que mi corazón se acelere y la sangre suba a mis mejillas, pintándolas de vergüenza. Cuando Styles se dio cuenta de aquello, solo sonrió de lado, guardándose aquel secreto para él mismo.
—Esto es todo. Disfruten el documental, espero que les guste. —Seguido de muchas palmas a coro, Harry salió a paso apretado del estrado y se dirigió de regreso a la butaca a mi lado, al medio de mí y su mamá.
—Lo hiciste genial —le susurré ya que las luces del cine empezaban a apagarse lentamente indicando que el documental empezaría pronto.
—Gracias, Chloe.
Su cabeza se ladeó a mí, observándome apenas con ayuda del brillo de la gran pantalla delante de nosotros. Le regalé una sonrisita sin separar mis labios que prometía discreción y cariño. Él, aprovechando la oscuridad y la gente muy ocupada en la pantalla, buscó mi mano y entrelazó nuestros dedos sobre al asiento, al lado de mi muslo. Invisible para ojos ajenos, pero despertando mil y una sensaciones en mi pecho que esperaba que Harry no notase a través de mis manos sudadas y pulso acelerado".
Harry dejó caer mi teléfono al piso alfombrado de la sala, girando su rostro hacia mí con su ceño fruncido, lleno de indignación.
—¡¿Eso es todo?! —chilló en protesta— ¡¿Y el beso?!
—Vas en el capítulo nueve —respondí como si eso fuera suficiente justificación, tragándome la risa.
El oji verde dejó caer sus hombros junto a una exhalación. Recogió mi teléfono del piso, lo bloqueó, y lo dejó sobre su regazo.
Jamás había querido ser un teléfono. No es algo que piensas seguido.
—Pero es obvio que a Harry le gusta. Si no, no la hubiese invitado a que vea su documental o mirado durante todo su discurso, o sostenido su mano.
—Los sentimientos de Chloe son más intensos.
—Claro, pero logra estremecer los de Harry y, por experiencia propia, eso no es fácil de lograr. —Me alzó sus cejas con perspicacia y diversión.
