Apenas había tocado la puerta cuando me aprisionó contra una de las paredes de plástico, su pecho rozando mi espalda.

.- Tu nunca estarás de esta manera ante Jaziel-. Me susurró al oído, poniéndome los pelos de punta.

.- ¿Porque no?-. Reté.

.- Porque no sabes lo que dices, ni siquiera creo que sepas lo que estas haciendo en este momento-. Su aliento rozó mi oreja y me di la vuelta.

.- Se exactamente lo que estoy haciendo, Damon-. Me acerque hasta que nuestros pechos se rozaron, el colocó una mano en mi cintura.

.- No creo que quieras... No sabes lo que dices... Yo no quiero que tu hagas algo solo por complacerme-.

Su voz apenas era un susurro.

.- Estoy aquí porque te amo-. Sus ojos se abrieron de golpe.- Te amo y te deseo, Damon, y se que me deseas-. Dije poniendo mi mano en su pecho, justo encima de su corazón.

.- Yo no podre contenerme mas tiempo-. Dijo al mismo tiempo en que su mano subía por mi costado.

.- No lo hagas-.

Y ahí terminó su autocontrol.

Me levantó del suelo en un abrir y cerrar de ojos, instintivamente coloque mis piernas al rededor de su cintura. Y a través de su ropa, sentí su erección, potente por entre mis piernas. Gemí involuntariamente al sentirlo.

Me besó con locura, mientras sus manos exploraban cada centímetro de mi piel, subiendo por mi columna, dibujando por entre mis senos. Un calor empezó a bajar y alojarse en mi vientre bajo, e inconscientemente mis caderas se flexionaron contra su erección. El gimió al sentirme.

La adrenalina recorría mi cuerpo de pensar, que solo un poco de tela nos separaban.

Me besaba con locura, me aprisionó contra la pared de losa, mientras se flexionaba contra mí.

La excitación y el deseo nublaban mis sentimientos, estábamos absortos en la sensación de nuestros cuerpos rozándose juntos, cuando escuchamos como se abría la reja.

Damon me bajó de inmediato, y sin una palabra, ambos nos vestimos de nuevo.

Habíamos sido descuidados, nos habíamos perdido en nuestro propio placer sin tener en cuenta nuestra seguridad.

Salimos del baño, la habitación estaba a oscuras, habían cortado la luz.

.- Probablemente aun no sepan que seguimos dentro-. Susurró en mi oído.

Teníamos la ventaja de la sorpresa, pero el número en contra.

Analicé todas las posibilidades, si lograbamos escondernos, nuestro olor pasaría desapercibido gracias a toda la sangre de Mike.

.- Ahí-. Susurró Damon con la mano apuntando a una rejilla dentro de la pared. Conductos de ventilación.

Logramos quitar la reja y subimos, colocándola en su lugar.

El espacio era reducido, Damon quedó mas cerca de la reja para protegerme.

Entraron a la habitación, uno por uno, aunque solo podíamos ver 10 dentro de la recamara, podíamos escuchar mas de ellos abajo, posiblemente recorriendo toda la casa. Mínimo había 40 personas, sonreí internamente, Aron debería de estar muy asustado como para haber enviado tantos a revisar.

Tomaron fotos, escudriñaron cada milímetro de la habitación y la casa.

Damon y yo nos manteníamos en silencio, contemplando sus movimientos. Ninguno de ellos era Aron o Adam, eran novicios, podía notarlo por la cara de asco ante lo que quedaba de Mike.

Su inspección duró poco mas de una hora, no captaron nuestra presencia ni revisaron las rejillas de ventilación.

Cuando terminaron, para nuestra sorpresa, trajeron botes de gasolina.

Por el ruido que hacían, estaban rociando toda la casa, incluso los pedazos de Mike fueron bañados en gasolina, y dejaron un par de garrafones de ella sobre la cama.

Iban a volar todo el maldito lugar.

Mi corazón se aceleró, mis poderes no servirían de nada para ayudarnos, incluso me harían vulnerable.

.- Te sacaré de aquí-. Susurró Damon cuando los asesinos ya habían salido de la habitación.

Los escuchamos bajar y salir de la casa, pero se mantuvieron dentro de la propiedad.

.- Es una trampa, esperarán el tiempo suficiente para saber que no estábamos dentro-. Mi voz tenia un timbre de pánico.

Damon no respondió, él sabía que tenía razón.

Salimos en silencio por la rejilla, y nos quedamos mirando la habitación, escuchando a nuestro al rededor; había hombres delante, atrás, y en los costados de la casa.

Un minuto después, escuchamos como se alejaban unos metros, y después vino el sonido de las brasas.

El corazón de Damon se aceleró.

.- Podemos salir corriendo-. Dijo no muy convencido.

.- Probablemente haya mas asesinos esperando a los alrededores-.

Volvió a guardar silencio.

.- Bajemos, si nos quedamos aquí cuando los garrafones estallen no tendremos oportunidad, pero si esperamos abajo el tiempo suficiente, podría desviar el golpe de la explosión mientras ellos se marchan-. Ofrecí.

Bajamos en silencio y con cuidado; la casa era un infierno.

Toda la primera planta estaba ardiendo, las llamas se comían los muebles con prisa. Sentí vértigo, y después vino el mareo, estar tan cerca de las llamas me estaba afectando mas de lo que esperaba.

Llegamos al primer piso, pero la gasolina ya había llegado al segundo piso, y entonces estallaron los garrafones.

Aun no estaba preparada para bloquear la explosión, logré formar un pequeño escudo que cubrió a Damon, pero me dejó vulnerable el flanco izquierdo, y salí volando hacia atrás, chocando fuertemente contra una chimenea.

Las llamas ardían con furia, ahora.

Damon corrió hacia mi, estaba aturdido.

Me miró directamente a los ojos, sorprendido.

.- Me protegiste... Pero tu... No deberías-. No podía terminar una oración coherente.

Asentí y me evalué.

Me sentía débil, flexioné mis miembros, todo me dolía pero no tenia nada roto, no había sangre.

.- Estoy bien-. Le afirme intentando incorporarme. Damon no lo permitió; pasó un brazo por mis rodillas, otro por mi espalda, y me levantó.

.- Se han ido-.

Le tomó menos de un minuto sacarnos de entre los escombros de la casa ardiendo.

Justo cuando me metía al auto, escuchamos a lo lejos el sonido de las patrullas.

.- Sacanos de aquí-. Le pedí al auto una vez que Damon se había colocado en el asiento del piloto.

Al cabo de unos minutos, ya habíamos abandonado aquél pueblo.

Lady Killer II .- Perfeccionando a la AsesinaWhere stories live. Discover now