Capítulo 90

178 21 0
                                    

Anhelo: Segunda parte

 Ávidamente, Wei Wuxian cogió insaciable tantas vainas de loto como pudo hasta que cada centímetro del bote estuviera repleto y los tres inmersos en un mar de verde. Cuando empezaron a pelar las vainas, pudieron ver las blandas y verdosas semillas que se escondían dentro de las rechonchas y fibrosas cubiertas. Al sacarlas de su escondite y quitarles la última cáscara que las envolvía, lo único que quedó fueron unas suaves y níveas semillas, dulces y suculentas al paladar. Incluso su centro levemente verdoso no tenía ni una traza de amargura.

Sentado al frente del bote, Wen Ning continuó pelando las vainas de loto sin parar. Lan Wangji paró después de haber pelado solo dos vainas, por lo que Wen Ning le ofreció más semillas ya listas. Sin embargo, Lan Wangji negó con la cabeza y le indicó que se las diera a Wei Wuxian. Al final, Wei Wuxian terminó acabandose casi todas las semillas que atiborraron el bote.

Después de navegar por unas tres o cuatro horas más, por fin llegaron a los muelles de la ciudad de Yunping.

Las regiones más bajas de los muelles estaban repletas de pequeñas barcas pesqueras. Unos cuantos grupos de mujeres estaban reunidas en las escaleras de piedra que daban a las aguas, lavaban ropa. Niños sin camiseta con pieles bronceadas buceaban y nadaban a las orillas del río.

De repente, una barca arribó lentamente. La persona que estaba al final del bote estaba cabizbajo, su rostro oculto, pero los dos hombres que le acompañaban tenían una apariencia increíble. El hombre sentado al frente vestía níveamente, cargaba consigo un aire casi etéreo. Por su parte, el sonriente joven que estaba a su lado también tenía un lindo rostro. Era inusual ver personas así en un día común y cualquiera, así que todos los observaban fijamente con ojos sorprendidos. Algunos de los niños que nadaban en el río se acercaron a ellos tal como lo harían los peces. Cerca de unas siete u ocho cabezas se agruparon alrededor del bote.

Wei Wuxian —Si me permiten la pregunta, ¿Es esta la ciudad Yunping?

Una de las jóvenes que lavaban ropa en el río se sonrojó —Sí, lo es.

Wei Wuxian —Bien, llegamos. Vamos.

El bote atracó. Lan Wangji fue el primero en pararse y descender. Una vez en tierra, se giró y ayudó a Wei Wuxian a pararse. Ambos ya habían abandonado el bote, pero Wen Ning aún seguía ahí, incapaz de moverse, aunque sea un centímetro. Los niños nadadores observaban cómo Wen Ning tenía la mirada baja y no decía nada. Vieron como unas extrañas líneas trepaban por su cuello y cruzaban sus mejillas. Lo hallaban raro, pero su presencia les provocaba interés en vez de miedo. Más de diez pares de manos se aferraron al bote y lo empezaron a sacudir sin parar. El movimiento fue tan fuerte que incluso que incluso Wen Ning tenía problemas para mantenerse estable.

Wei Wuxian se giró —¡Hey! ¿Qué están haciendo? No lo molesten.

Wen Ning se apresuró en responder —Joven Amo, no puedo bajarme.

Mientras pedía ayuda, dos de los niños golpearon la superficie del agua con sus manos para salpicarle agua. Wen Ning formó una sonrisa que exhibía desamparo. No sabía qué hacer. Si tan solo esos niños supieran que la "persona" a quien estaban molestando era capaz de despedazar sus cuerpos y huesos hasta hacerlos añicos, ¿Estarían burlándose de él como lo estaban haciendo ahora?

Wei Wuxian les lanzó unas cuantas vainas de loto que aún les quedaban —¡Atrápenlas! — Los niños de inmediato se dispersaron y comenzaron a pelear por las semillas que contenían. Finalmente, Wen Ning pudo bajar a orilla. Avergonzado, le daba unas palmaditas a las orillas de su mojada túnica.

WangXianUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum