Lealtad: Quinta parte
Muchos sacaron talismanes para tratar de encenderlos con sus poderes espirituales. Poco a poco, los talismanes en las manos de algunas personas se iluminaron tenuemente. Al escuchar la pregunta, respondieron —Mis poderes han vuelto en dos décimos.
—Un décimo para mí...
—¡Se están recuperando demasiado lento!
Cuando se pusieron en marcha, todos pensaron que, comparado con el asedio en el monte Luanzang de hace trece años, este sería definitivamente más exitoso, iba a ser tan grande y trágico que quedaría registrado en la historia. Sin embargo, nadie se esperó que el número de personas que bajaron de la montaña fuera casi el mismo que el que subió. Este segundo "asedio" efectivamente podría ser registrado en la historia, pero no debido a su magnitud o número de muertes, sino por ser el acontecimiento más inútil y ridículo del mundo de la cultivación.
Algunas personas se regocijaron por haber escapado de la muerte, otras se lamentaron por el cambio de estos nuevos tiempos. Las docenas de líderes de secta se reunieron. Después de discutir un momento, acordaron primero encontrar un lugar seguro para descansar hasta que sus poderes espirituales se hubieran recuperado hasta ocho décimos para que así no ocurrieran más incidentes en el camino de regreso.
Wei Wuxian lo supo de inmediato. El "lugar seguro" más cercano a Yiling era el área de la Secta Yunmeng Jiang. Preguntó —¿Así que piensan ir al Embarcadero del Loto?
Lan Qiren estaba vigilante —¿Por qué lo preguntas?
Wei Wuxian —Por nada. Sólo quería preguntar si puedo ir también.
El Líder de Secta Yao advirtió —¡Wei Wuxian! Hiciste una buena acción hoy, pero esas son dos cosas separadas. Por favor entiende que es imposible que nos asociemos contigo.
Wei Wuxian se sintió sin habla —No te preocupes, nadie está haciendo que te asocies conmigo. Pero en este momento estamos del mismo lado, ¿no? La figura que planeó el asedio de hoy tiene el Sello del Tigre Estigio en sus manos. ¿Pueden lidiar con eso?
Los líderes de secta se miraron unos a otros. Con toda honestidad, lo que Wei Wuxian dijo era cierto. Si él estuviera dispuesto a unírseles, sería de gran ayuda. Sin embargo, la gente había calumniado el nombre del Patriarca Yiling durante muchos años. Sería un poco vergonzoso hacer que más encima cooperara con ellos.
Por otro lado, Lan Wangji se volvió hacia Lan Qiren —Tío, ¿ha recibido alguna noticia sobre mi Hermano?
Después de un momento de silencio, Lan Qiren respondió —No.
Wei Wuxian —Tal vez Zewu-jun todavía está bajo el control de Jin Guangyao en este momento. Sr. Lan, cuanta más gente haya, más ayuda habrá. Incluso si está preocupado por mi presencia, al menos permita que Hanguang-jun participe en sus próximos planes; se trata de su hermano después de todo.
—...— La cara de Lan Qiren estaba llena de fatiga. Se volvió hacia Lan Wangji —Ven si quieres.
El resto de la gente inmediatamente miró a Jiang Cheng. De los tres líderes de las sectas de mayor rango, Lan Qiren ya había tomado una posición. Y, como no importaba si Nie Huaisang tomaba una o no, ahora todo dependía de Jiang Cheng. A un lado, Jiang Cheng estaba evaluando sus poderes espirituales y poniéndolos a prueba en Zidian. A pesar de que cambiaba entre la luz y la oscuridad, al menos ya no se apagaba. Luz púrpura se reflejaba en el rostro de Jiang Cheng, dándole un aire misterioso. Todo el mundo sabía que el Líder de Secta Jiang no solo se había vuelto en contra de Wei Wuxian, sino también era el que más lo odiaba. Todos pensaron que su negociación fracasaría.
