Capítulo 57

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Venenos: Tercera parte

Uno de los capítulos más triste :(

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 Madam Yu miró hacia atrás. Jinzhu y YiZhu lo entendieron. Ambas desenvainaron una larga espada y rodearon el hall. Con rápidos y nada piadosos movimientos, asesinaron a todos los discípulos de la secta Wen en segundos. Wang Lingjiao supo que pronto sería su turno. Amenazó con las últimas fuerzas que le quedaban —Tú... ¿Crees que puedes silenciarme? ¿Crees que el Joven Amo Wen no sabe que vine aquí hoy? ¡¿Crees que él te dejará ir, así como así después de que se entere de esto?!

Yinzhu bufó —Lo dices como si fuera a hacerlo en verdad.

Wang Lingjiao —Soy cercana al Joven Amo Wen, ¡La más cercana! Si se atreven a hacerme algo, él va a...

Madam Yu le dio otra bofetada. Se burló de ella —¿Va a hacer qué? ¿Nos cortará las manos o las piernas? ¿O incendiará nuestra residencia? ¿O comandará a miles de personas a que arrasen hasta las cenizas El Embarcadero del Loto? ¿Construirá una oficina de supervisión?

Jinzhu se le acercó, espada en mano. Los ojos de Wang Lingjiao estaban llenos de miedo. Pateando con sus piernas, se hizo hacia atrás mientras chillaba —¡Alguien! ¡Ayuda! ¡Wen Zhuliu ayúdame!

La expresión de Madam Yu se endureció. Con uno de sus pies sobre la muñeca de Wang Lingjiao, desenvainó su espada. Justo cuando la hoja estaba a punto de caer, esta de repente saltó lejos.

Wei Wuxian y Jiang Cheng se giraron para ver. Las puertas del hall habían volado en mil pedazos y un hombre de alta constitución irrumpió dentro. Vestía ropas negras y tenía en él una expresión grave. Era el guardia personal de Wen Chao, un cultivador de muy alto nivel, Wen Zhuliu.

Habiendo caído su espada, Madam Yu sostuvo a Zidian a través de su rostro —¿La Mano derrite núcleos?

La voz de Wen Zhuliu sonó fría —¿La Araña Violeta?

Una de las manos de Wang Lingjiao seguía bajo sus pies. Sentía tanto dolor que sus rasgos se retorcían, las lágrimas manchaban todo su rostro —¡Wen Zhuliu! ¡Wen Zhuliu! ¡Ayúdame, ayúdame ahora!

Madam Yu bufó —¿Wen Zhuliu? Mano derrite núcleos, ¿No es tu nombre original Zhao Zhuliu? Tu apellido claramente no es Wen, pero querías cambiar tu apellido sin importar qué. Todos se apresuran a hacerlo como si fueran patos bebés. ¿Acaso es el apellido de esos perros Wen realmente tan precioso? Dándole la espalda a tus ancestros, ¡Qué risible!

Wen Zhuliu permanecía impasible, lucía indiferente —Cada uno sirve a su propio amo.

Los dos habían intercambiado solo unas cuantas palabras, sin embargo, Wang Lingjiao empezó a gritar de nuevo, incapaz de soportarlo —¡Wen Zhuliu! ¡¿No ves cómo luzco?! ¡¿Por qué estás chachareando en vez de matarla en este instante?! ¡¿Es esta la forma en que el Joven Amo Wen te dijo que me protegieras?! ¡Cuídate o te denunciaré!

Madam Yu hundió su pie en su brazo. Wang Lingjiao se puso a gemir. Wen Zhuliu, por su parte, arrugó el ceño. Él protegía a Wen Chao bajo las órdenes de Wen Ruohan. Para empezar, nunca le había gustado el carácter de Wen Chao. Sin embargo, no había circunstancias malas, solo circunstancias peores. Wen Chao le ordenó que protegiera a Wang Lingjiao. Esta mujer no solo era superficial y engreída, sino que también cruel, lo que hizo que se ganara su desagrado. Sin embargo, sin importar cuánto le desagradara, no podía ir en contra de las órdenes de Wen Ruohan y Wen Chao, y matarla. Lo bueno era que Wang Lingjiao también lo detestaba. Por eso mismo, le ordenó que solo podía seguirla desde una gran distancia, prohibiéndole aparecer por su vista a menos que ella se lo dijera, ya que así no estaría tan disgustada. Sin embargo, en esa situación, la mujer estaba al borde de perder la vida. Si no hacía nada, Wen Chao definitivamente montaría un escándalo y se rehusaría a dejarlo ir sin pagar un precio. Y si él se rehusaba a dejarlo ir, así como así, Wen Ruohan tampoco dejaría pasar el asunto.

WangXianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora