Capítulo 89

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Anhelo: Primera parte

 De inmediato, Wen Ning dejó de hablar. El sonido del agua fluyendo y el balanceo del bote habían causado una terrible jaqueca que terminó despertando a Wei Wuxian del dolor.

Su cuerpo estaba por completo recostado en Lan Wangji, quien, a su vez, lo abrazaba. Dándose cuenta de que ya no estaban en el Embarcadero del Loto, la confusión le invadió por un momento. Sin embargo, su mente se aclaró cuando vio que en la manga de Lan Wangji habían unas manchas de sangre, las que lucían como flores de ciruelo caídas sobre un manto de nieve. Fue entonces que Wei Wuxian recordó los acontecimientos que ocurrieron antes de que se desmayara, y cambió su expresión al tiempo que se sentaba alarmado. Lan Wangji lo ayudó a afirmarse, pero el zumbido en los oídos de Wei Wuxian no había cesado y, la sangre que tenía atrapada en su pecho, le causaba náuseas.

Preocupado de acabar escupiendo de nuevo un montón de sangre sobre el inmaculado Lan Wangji, se apartó y se volvió hacia un lado, declinó la ayuda de Lan Wangji con un movimiento de su mano, y se sostuvo a un lado del bote, tratando de reincorporarse. Lan Wangji sabía que Wei Wuxian no se sentía bien. Sin decir nada, puso una mano sobre su espalda y envió una cálida y suave corriente de energía espiritual al interior de su cuerpo.

Solo cuando desapareció el férreo sabor de la sangre en su garganta, Wei Wuxian se dio la vuelta e hizo un gesto a Lan Wangji para que apartara su mano. Se sentó en silencio durante un rato antes de preguntar.

—Hanguang-jun, ¿cómo fue que salimos? — Su voz sonó ronca y áspera.

Wen Ning se puso notablemente tenso, y dejó de remar al instante. Lan Wangji se mantuvo fiel a su promesa, sin decir una sola palabra sobre el núcleo dorado, pero a la vez, sin mentir. Simplemente respondió —Tuvimos una pelea.

Wei Wuxian levantó la mano ligeramente y masajeó su pecho, como si quisiera dispersar el malestar en su corazón. Un momento después, Wei Wuxian soltó con enfado —Sabía que Jiang Cheng no nos dejaría ir tan fácilmente. Ese cabrón... ¡es tan irracional!

Lan Wangji levantó una fracción de sus cejas. Con voz profunda, dijo —No lo menciones.

Escuchando la hostilidad en su tono, Wei Wuxian se sorprendió un poco mientras le aseguraba —Entendido, no lo mencionaré.

Wei Wuxian pensó por un momento antes de volver a hablar—Esto... em... Hanguang-jun, no le des importancia a lo que dijo, ¿De acuerdo?

—¿Cuáles palabras?

El párpado de Wei Wuxian se estremeció mientras respondía — Prácticamente todo lo que dijo. Ese canalla siempre ha sido así, soltando lo que sea cada vez que se enfada y diciendo cosas particularmente desagradables, sin importarle en lo más mínimo la educación o el respeto. Mientras pueda hacer a la otra parte extremadamente infeliz, es capaz de decir cualquier cosa. Después de todos estos años, simplemente no ha progresado en nada. No debes tomarte en serio lo que dijo.

Sin que nadie lo supiera, Wei Wuxian estaba estudiando cuidadosamente la cara de Lan Wangji mientras hablaba. Lentamente, su corazón se hundió más y más.

Wei Wuxian había pensado, o más bien, esperado, que Lan Wangji no se tomara a pecho lo que Jiang Cheng le había dicho. Pero, en contra de sus expectativas, la expresión de Lan Wangji siguió siendo de desagrado. No dijo una sola palabra, ni siquiera su usual "mn".

Al parecer, Lan Wangji estaba más molesto de lo que se había imaginado por las viles palabras de Jiang Cheng. O quizás era porque a Lan Wangji simplemente no le agradaba Jiang Cheng. O tal vez... Tal vez era que no podía tolerar insultos como "sinvergüenza", "sin conciencia", o "persona no grata". Después de todo, la secta Gusu Lan era una secta prominente cuyo lema era "ser justo", y era más que probable que Hanguang-jun nunca antes haya sido asociado a tales insultos.

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