En la profundidad de la desesperación Pt.2

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—¿Ah? ¡¿Qué...?! —gritó Onyankopon en cuanto escuchó los jadeos de los demás. Lucían... terrible— ¡¿Qué pasó?!

—Creo... que estaba en lo cierto —susurró Reiner, negando confundido y observando sus temblorosas manos.

—¿Se... acabó? —musitó Pieck, tomándose la frente y sosteniéndose de su asiento, ya que parecía que iba a caerse.

—Parece ser que no podemos negociar. ¿Ahora qué, Capitán? —cuestionó Levi a Armin, quien crujió lo dientes a un lado de Mikasa, sintiéndose frustrado y decepcionado. Por otro lado, su amiga lloraba desconsolada sobre sus rodillas, aún sin creer lo que Eren les había dicho.

—Yo...

—Bueno, creo que se acabó su juego —soltó Soho levantándose de su asiento, haciendo un par de movimientos con sus manos y zafándose enseguida de sus amarres ante la sorpresa y confusión de los presentes—. Comienza el mío.

—¡Sabía que no debíamos haber confiado en ti! —gritó Reiner, acercándose a Soho, pero no le fue posible, ya que Jean se interpuso entre ellos, sacando su cuchilla y colocándola contra el cuello del rubio.

—Aléjate de ella —Reiner lo miró primero con sorpresa, para enseguida fruncir el ceño molesto.

—Maldito traidor.

—Eres el último en poder decir eso, maldito hipócrita —gruñó Connie, sacando sus cuchillas y moviéndolas con rapidez cortando el cuello de Pieck, haciéndola caer de rodillas y tomándose la garganta mientras la sangre salía a borbotones.

—¡Pieck! —gritó Reiner, pero enseguida se detuvo cuando sintió el filo de la cuchilla de Jean contra su garganta.

—Te dije que no me subestimaras —sonrió Soho hacia Reiner, quien abrió los ojos con sorpresa, sintiéndose ofendido.

—Traidores —susurró Mikasa, observando Jean y a Connie con los ojos abiertos por la decepción.

—¿Nos llaman traidores? Ustedes son los que le están dando la espalda a Eren y a Eldia... ustedes fueron los que se aliaron con los verdaderos traidores —escupió Connie, mirando a Reiner de arriba a abajo.

—Nosotros...

—Será mejor que te calles o te atravesaré la garganta —gruñó Jean contra Reiner, acercando más la cuchilla a su carne, haciendo que una fina línea de sangre se derramara.

Y mientras, Levi parecía estar en shock.

Sabía que esto podía ocurrir, pero mantenía la esperanza de que todo cambiara, de que Soho cambiara. Se había equivocado.

—Soho detente —susurró, mirándola aún sin poder creerlo, negando.

Armin observaba todo ese terrible escenario con una mueca aterrada. Fue entonces que Mikasa no dudó en tomar sus cuchillas, acercándose a Soho de manera amenazante, sin contar con que Connie le arrojaría su otra cuchilla a la castaña, quien la tomó y detuvo a la pelinegra.

—¡Perra maldita!

—Estoy deseando tanto matarte —soltó Soho, apretando los dientes y haciendo fuerza para detener las dos cuchillas de Mikasa que se cernían contra ella. Era estúpido luchar en sus condiciones, pero debía intentarlo.

—Soho, detente —susurró Levi de nuevo, sabiendo que perdería contra Mikasa —. Detente.

—¡Capitán, reacciona! —gritó Armin, tomando a Levi de los hombros, comenzando a zarandearlo.

—¡Pieck! ¡Resiste! —gritó Reiner hacia su compañera, quien continuaba gimiendo y jadeando, tratando de detener la sangre que emanaba de su herida y regenerarse pronto.

𝑩𝒓𝒐𝒌𝒆𝒏 𝑾𝒊𝒏𝒈𝒔 • SNKOnde histórias criam vida. Descubra agora