Alas de la libertad Pt.3

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—Este es el todo el combustible que teníamos en el barco —indicó Connie, jadeando un poco al haber arrastrado el último tambo.

—Déjalo ahí —señaló Reiner, aliviado de haber terminado. Por su parte, Pieck se encontraba fuera del hangar hablando con Kiyomi, a quien tenía que pedirle un enorme favor.

—Por favor, cuida de Falco. Escapar en un barco no es lo más seguro... pero es mejor que subir a un bote volador —soltó, frunciendo los labios y desviando la mirada.

—No hay problema, por supuesto, pero ¿él está de acuerdo con esto?

—Lo encerré en la cabina —aceptó Pieck con un suspiro—. Por favor, no deje que salga hasta que el avión se haya ido.

—¿Y qué hay de ti?

—Tengo que honrar a mis camaradas caídos —musitó con una mirada triste—. Eso es lo que una guerrera debía hacer.

¿Debía de hacer? Más que nada, lo que tenía que hacer para poder pagar sus propios pecados y luchar por sus compañeros caídos.

¿Debía de hacer? Más que nada, lo que tenía que hacer para poder pagar sus propios pecados y luchar por sus compañeros caídos

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—¡Hange! ¡Despegamos en una hora! —gritó Onyankopon, haciendo que la castaña observara a Jean y a Soho frente a ella.

—¡Entendido! —respondió, volviendo enseguida a su posición actual. Por fin había amanecido y por fin podrían despegar para salvar al mundo.

Jean sostenía a Soho, quien yacía con las manos atadas a su espalda y con la mirada gacha.

—Si nos equivocamos en esto, estamos perdidos, incluso tú —espetó Hange, observando a Soho detenidamente.

—De cualquier manera, ya lo estamos, Comandante —soltó Soho, alzando la mirada para enfocarse en Hange, quien frunció los labios y entrecerró su ojo.

—Aún queda algo —susurró, girándose para poder dar indicaciones, llamando a los demás.

—Creo que lo mejor es que permanezcas callada —susurró Jean contra su oído, provocando que Soho gruñera molesta, ya que sabía que tenía razón.

—Creo que lo mejor es que permanezcas callada —susurró Jean contra su oído, provocando que Soho gruñera molesta, ya que sabía que tenía razón

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—Ya lo han oído —comenzó Hange, una vez que tuvo a sus compañeros enfrente, completamente armados con sus equipos de maniobras—. Todos verifiquen sus equipos una vez más.

𝑩𝒓𝒐𝒌𝒆𝒏 𝑾𝒊𝒏𝒈𝒔 • SNKWhere stories live. Discover now