𝑩𝒓𝒐𝒌𝒆𝒏 𝑾𝒊𝒏𝒈𝒔 • SNK

Orgullo Pt.2

—Jean, qué gusto. Adelante —sonrió Soho, quien estaba sentada frente al pequeño escritorio de su habitación mientras cenaba.

Antes de la media noche, había hablado de nuevo con Floch y le había pedido que fuese por Jean, ya que necesitaba hablar con él.

Jean frunció el ceño ante la cordialidad de Soho, por lo que inmediatamente se puso en guardia. Esa mujer jamás había sido amable con él.

—Querías verme y aquí estoy —Soho sonrió aún más mientras miraba a Floch por encima del hombro de Jean, entonces asintió, indicándole que podía abandonar la habitación. Una vez solos, dejó su sonrisa de lado.

—Siéntate —ofreció, extendiendo su mano hacia la silla que estaba a su lado. Jean frunció los labios, pero se acercó, tomando la silla para sentarse frente a Soho, quien sonrió al ver el gesto—. Haces bien —dijo tomando el cuchillo que usaba para cortar el pedazo de carne que cenaba. Le agradecía a Foch que había conseguido ese manjar.

Comenzó a acariciar el cuchillo con sus dedos mientras fruncía los labios, pensativa. Por su parte, Jean la miraba extrañado y ¿por qué no? asustado. Había sido demasiado estúpido en no robar algún arma antes de venir.

—¿Qué quieres?

—Floch es demasiado ingenuo y confía demasiado en las personas —comenzó Soho, mirando a Jean con seriedad—. Por suerte, yo no, así que no me creo eso de que estés de nuestro lado —dijo, señalándolo con el cuchillo. Jean chistó y desvió la mirada, sabía que eso sucedería—. Te creíste demasiado listo al creer que podías engañarnos y después asesinarnos desde dentro, ¿no? —soltó mientras le daba un sorbo a su vino.

—Creo que pensar de esa manera me haría demasiado ingenuo, ¿no crees?. No se le puede engañar a alguien como tú —Soho sonrió, enderezándose y cruzando sus piernas mientras llevaba sus manos detrás de su cuello.

—Halagarme no te salvara de esta, cariño.

—Sé que no.

—Y quizá tu plan era ese. Infiltrarte y liberar a los idiotas de tus compañeros, ¿no?. Cabalgar hasta el horizonte y detener a Eren —dijo burlona, soltando una risa ahogada—. Es una idea bastante buena, pero tiene sus fugas —espetó chasqueando la lengua mientras palmeaba su oído con su dedo, refriéndose al sonido que hacían los titanes colosales al marchar.

—Sólo un estúpido pensaría en detener a Eren después de ver el retumbar.

—Y eres un estúpido —musitó Soho, volviendo a su posición inicial, señalándolo con el cuchillo de manera amenazante.

—¿Vas a matarme? —preguntó bastante tranquilo.

—¿No crees que ya lo hubiera hecho? He tenido decenas de oportunidades de hacerlo desde que entraste a mi habitación.

—Pero lo harás —afirmó con petulancia.

—No sin antes saber qué es lo que planeas engañando a Floch.

—No le mentí, de verdad apoyo a su Facción —Soho alzó una de sus cejas, indicándole que continuara—. Tú misma me escuchaste apoyar a Eren, y aún lo hago porque sé que es la única salida.

—¿De verdad crees que me tragaré eso? —soltó, alzando una de sus cejas—. Muchos aquí creen que es lo correcto, pero son estúpidos y prefieren hacerse los moralistas, evitando la muerte de los culpables, como si fuesen a ganar algo por ello —chistó, desviando la mirada.

—Como sea, estoy de lado de Eren y no me importa lo que tú pienses. El estar en esta posición no me obliga a respetarte, perra pretenciosa —escupió, liberándose de su miedo inicial. Soho lo miró sin expresión para enseguida sonreír mientras negaba y se mordía el labio inferior.