𝑩𝒓𝒐𝒌𝒆𝒏 𝑾𝒊𝒏𝒈𝒔 • SNK

Orgullo Pt.1

Floch abrió la puerta, encontrándose con el médico vendando el torso de Soho, quien alzaba sus brazos y lo dejaba hacer su trabajo con un gesto doloroso.

Se disculpó al interrumpir, observando a su Capitán vestida sólo con su pantalón y los vendajes. Salió de la habitación sintiéndose avergonzado, pero fue detenido por la voz de Soho.

—Adelante, puedes pasar. Ya casi termina —el pelirrojo asintió frunciendo los labios, observando el trabajo del médico y agradeciendo que dentro de sus filas hubiese un médico fiel a sus ideales y dispuesto a ayudarlos.

—¿Cómo está, Doc? —preguntó, cerrando la puerta tras él, dejando la ropa que llevaba para su Capitán junto a la cama. Soho jadeó y le dedicó una mirada dolorosa.

—Parece que tiene un par de costillas astilladas —dijo el médico, observando a Floch mientras Soho siseaba de dolor—. Además de un par de contusiones en la cabeza.

—Una vez que esté lista esta venda podré volver al ruedo —gimió Soho, observando al doctor trabajar sobre su cuerpo.

—No, será mejor que descanses, ¿cierto, doc? —el médico miró a Soho, ajustando la venda a su cuerpo y asintiendo.

—Así es, será mejor que esté en reposo.

—Dudo que sea el momento de estar en reposo —espetó la castaña, señalando con su mentón hacia la ventana, por donde se veía toda la destrucción causada por los titanes y Marley—. Hay demasiado qué hacer.

No dijeron más. Esperaron a que el médico terminara de hacer lo suyo, atendiendo las demás heridas de Soho y dándole algunos analgésicos. Floch esperó paciente, sentado en una silla con los brazos cruzados y mirando por la ventana, sintiéndose satisfecho con esa vista. Lo habían logrado.

Una vez listo, el médico salió, dejándolos solos.

—¿Dijiste algo? —al parecer había hablado en voz alta. Soho lo miró frunciendo el ceño mientras se acomodaba la camisa.

—Dije que lo logramos.

—Creo que es demasiado ambicioso adjudicarnos la victoria, ¿no crees?

—Sé que fue de Eren —Soho asintió, pero de pronto su rostro palideció y agachó la mirada.

—¿Viste... lo que sucedió? —susurró con la voz temblorosa mientras se removía sobre la cama.

—Sí —musitó Floch, mirándola con el ceño fruncido—. Pero él volvió y...

—Ese no es Eren, Floch —negó Soho, mirando su regazo—. Tú viste lo que sucedió. Él murió.

—¿Entonces qué es eso? —preguntó negando confundido levantándose de la silla, señalando la ventana.

—No sé qué es lo que sea, pero al menos sé que no es Eren —Floch bufó un poco aturdido—. Quizá sólo sea la proyección del poder del Fundador.

—Fue extraño cuando nos habló —soltó Floch, sentándose a un lado de la castaña—. Estar en ese lugar fue como... un sueño extraño.

A todos los sujetos de Ymir.

Mi nombre es Eren Jaeger, estoy usando el poder del Fundador para hablar con todos los sujetos de Ymir.

El endurecimiento de los muros de Paradis se ha deshecho y los titanes del interior han comenzando a marchar.

Mi objetivo es proteger a la gente de la isla Paradis, donde nací y crecí.

No obstante, el mundo desea aniquilar a la gente de la isla Paradis, el odio que hace crecido por tanto tiempo no se acabará hasta que no sólo los de la isla Paradis, sino que todos los sujetos de Ymir sean eliminados.