La puerta de la esperanza

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Salió de su escondite vistiendo con ropas que no llamarían la atención.

Agradecía infinitamente a quien había dejado esa bodega abandonada. Parecía que la gente de Marley no resguardaba bien sus cereales. Deberían hacerlo ahora que la guerra se aproximaba.

Cubrió su largo cabello con una boina y se dirigió hasta aquel lugar lejano de Marley, hacia ese edificio de especias que contenía más que pimienta y paprika.

Parecen ratas al ocultarse en ese lugar, pensó mirando a su alrededor.

—Soho, Levi quiere verte —soltó Hange en cuanto la castaña llegó. La miró con una sonrisa y colocó un brazo sobre sus hombros—. No está feliz.

—¿Cuándo lo está? —rezongó, frunciendo el ceño.

—¿Qué has estado haciendo, chica titán? —sonrió Jean con sorna, mirándola con burla al pasar a su lado.

—He estado aquí —soltó Hange confundida.

—Me dirigía a la que se acuesta con ellos —escupió, mirando a Soho con petulancia.

—¿Qué complejo quieres cubrir al molestar a una chica? —espetó la ojiazul con una sonrisa torcida.

—Tú no eres una chica, Soho —se burló Jean con media sonrisa.

—Oh, es curioso que lo digas. Deberías sentirte halagado de tú lo parezcas. En los baños de hombres había rumores —sonrió pasando a su lado y mostrándole su meñique, dejando al castaño con una mueca molesta.

—¡Eres un animal, Soho!

—¡Y tú no llegas ni a eso, idiota!

—Niños —regañó Hange, mirando a Soho con una ceja alzada. Jean se alejó bufando—. Primero, necesito hablar contigo y después te llevaré con Levi —soltó, dirigiéndose a su habitación mientras la castaña le seguía.

—Claro, Comandante —asintió, entrando cuando Hange le cedió el paso— ¿Tendré una reprimenda?

—No de mi parte. Levi y yo te dimos órdenes, aunque pareciera que fue sólo él quien lo ordenó.

—Me quiere lejos, pero también cerca —dijo con cansancio.

—Y yo te necesito como soldado —Soho asintió—. Pero Levi tuvo razón en enviarte. Eren parece escucharte sólo a ti.

—A ti también te escucha —y eso era cierto, Eren parecía confiar en su Comandante... o lo hacía.

—No ésta vez —negó—. ¿Dónde estuviste?

—En el hospital.

—¿Cómo lograste eso? —preguntó emocionada, sentándose en una de las sillas e invitando a Soho.

—Sólo me presenté como voluntaria. Parece que necesitaban personal por la reciente guerra, ya que me recibieron sin cuestionarme demasiado.

—Astuta —la castaña se alzó de hombros.

—Tuve suerte —sonrió.

—Estoy segura que tu rostro fue de ayuda —dijo Hange, sonriendo con cierta picardía.

—No lo sé —negó—. ¿Eren ha escrito? —Hange asintió— ¿Qué dice? ¿Ha preguntado por mí? —fingió.

—Siempre escribe lo mismo —suspiró—. Que estemos alerta y que permanezcamos firmes —Soho negó.

—Idiota.

—¿Tú que piensas?

—Hemos estado alerta desde que esto comenzó, pero supongo que no cambiará nada estarlo un poco más —Hange asintió.

𝑩𝒓𝒐𝒌𝒆𝒏 𝑾𝒊𝒏𝒈𝒔 • SNKحيث تعيش القصص. اكتشف الآن