La mano de la venganza

173 11 1
                                    

Grisha apretó los dientes con furia, tomó el bisturí del suelo y terminó lo que inició. Atravesando su palma ante la mirada aterrorizada de Frieda Reiss, terminando así con la familia real y robando al Titán Fundador.

—Eren —susurró Zeke, notando enseguida que todo lo que había en sus memorias era mentira.

Tuvieron que observar la masacre. Ver al Titán de Ataque de su padre acabar con todos, destrozando sus cuerpos y robando al Fundador.

Una vez fuera de su Titán, Grisha comenzó a andar con pasos torpes, alejándose de aquél lugar maldito. Había obtenido lo necesario.

Tenía al Fundador, su médula, pero ¿a qué costo?. El costo lo estaba pagando justo en ese momento. Su cuerpo cedió contra el suelo y comenzó a gimotear, sintiendo un terrible dolor en el pecho.

—Maté... hasta a los niños... los aplasté con esta mano... la sensación en mi mano —jadeó, haciendo en puño su mano derecha, mientras la izquierda sostenía la jeringa con el líquido de médula—. ¡Eren! ¡Maté a la familia Reiss! —gritó colocándose de rodillas y gritando al cielo con lágrimas corriendo por su rostro—. Excepto al padre, ¿así está bien? ¡¿Estás feliz con eso?! —gritó al punto de desgarrarse la garganta. Un precio bastante barato comparado con lo que había hecho—. ¿Con esto realmente Eldia se salvará? —esperaba que sí, rogaba por que sí—. ¿Por qué no me mostrarías todo el muro siendo destruido el día en que será destruido? Sólo si Carla estaría a salvo ¿no? —susurró, respondiéndose a sí mismo—. ¿En verdad no había otro camino? —gimoteó llevándose las manos al rostro, tratando de controlar el llanto—. Estás ahí, ¿verdad... Zeke?

—¿Qué? —susurró Zeke, mirando a su padre casi con terror, pero no por él, si no por toda la situación que acababa de presenciar. Grisha... parecía ser sólo una pieza más en el tablero.

—En el futuro tu deseo no se realizará, el que se realizará será el de Eren —soltó Grisha aún sobre el suelo. Lucía derrotado, herido, a pesar de estar ileso.

—¡¿Qué?! ¿Qué estás diciendo?

—Vi las memorias futuras de Eren, pero.. pensar que algo tan terrible pueda pasar —negó, tratando de alegar las lágrimas y alzó el rostro, encontrándose con su hijo mayor frente a él —.¡¿Zeke?! ¿Eres tú? Creciste tanto —gritó, levantándose rápidamente para observar a su primogénito con sorpresa, para después comenzar a llorar de nuevo—. Lo siento, fui un terrible padre, siempre te hice sufrir —gimoteó, sorbiendo por la nariz, sin comprender del todo lo que estaba ocurriendo—. Zeke —dijo para enseguida abrazarlo, provocando que el rubio recibiera aquél gesto de manera sorpresiva, era demasiado inverosímil—. Te amo, quisiera que hubiésemos pasado más tiempo juntos.

Zeke suspiró y aceptó el abrazo, era difícil perdonar las equivocaciones de Grisha, pero no era imposible, y aunque aquello pareciera ser lo menos importante con todo lo que ocurría a su alrededor, el que su padre le pidiese una disculpa reconfortaba su corazón.

—Papá...

—Zeke, detén a Eren —pidió Grisha en un jadeo lastimoso—. Está intoxicado y Soho... ellos destruirán lo que quieren proteger.

—¿Qué?

—Deténlos.

Todo se volvió oscuro por un segundo y al siguiente, Zeke y Eren estaban de vuelta en los caminos, donde habían comenzando con aquello.

Zeke jadeó buscando aire, se sentía como si hubiese corrido un maratón, su cuerpo cedió, dejándose caer sobre la arena y asimilando todo lo que acababa de ver y escuchar.

—Aún no has visto cuando devoré a papá —dijo Eren frente a él, aun sujetado por las cadenas. Zeke lo miró para enseguida tratar de alejarse de él.

𝑩𝒓𝒐𝒌𝒆𝒏 𝑾𝒊𝒏𝒈𝒔 • SNKWhere stories live. Discover now