Capítulo 24: Edo tensei.

Começar do início
                                    

Naruto, abrió los labios ante las palabras de Kanade y miró en dirección al viejo pulpo, notando como este apretaba los labios tras mirar dicha escena. Miró por encima de su hombro, notando como esta se alejaba cada vez más, saltando de rama en rama para dirigirse al lugar destinado. Le sorprendió, ver aquellas lagrimas en su rostro y más aún, saber que él fue el causante de hacer sentir mal a la azabache.

Todavía no podía perdonarle que le ocultara la guerra y todo lo que sus amigos estaban pasando, para él, era un acto egoísta y no podía tomarselo de otra manera, pero muy en el fondo, estaba conaciente de que Kanade estaba preocupada por su bienestar y que lo pondría por encima de todos antes de arriesgarlo a él.

Negó con la cabeza y se golpeó la frente al sentirse un verdadero idiota, necesitaba arreglar las cosas antes de que empeoraran. Kanade, nunca supo como ser con los aldeanos de Konoha, mucho menos con sus compañeros y tampoco tenía un vínculo especial con estos, a la persona que valoraba era a Sakura por ser su única y más preciada amiga.

Comenzó a saltar, quedando a una distancia corta de la azabache y no pudo evitar lanzar un largo suspiro.

—Kanade... lo lamento, estoy un poco alterado por esto —se disculpó—. Podemos descansar y comer algo de lo que tienes en tu mochila.

Kanade, chasqueó la lengua al escuchar dichas palabras.

—No tienes porqué disculparte, Naruto. Tus acciones son validas y aún más tu manera de expresarte, no volveré a preocuparme por ti. Es todo —admitió, preocupando de sobre manera al uzumaki y sin pensarlo dos veces, se quitó la mochila que llevaba para aventarsela con fuerza—. Atascate si lo deseas y a mí, dejame en paz —bramó, acelerando su paso y provocando que el rubio apretara los labios.

Naruto, no pudo evitar sentirse mal ante la idea del rechazo de la azabache, estaba seguro de que le costaría basta te el ser tratado como antes solía hacerlo y lo mejor, era darle su espacio para que esta, pudiera tranquilizarse.

—Lo arruiné —se dijo a si mismo.

—Tranquilo, Naruto. Verás que esa dama, se le pasa su drama —rimó Killer - bee, mirando la espalda de la chica que se alejaba de ellos—. Las parejas pelean muy seguido, bakayaro konoyaro. Verás que su pelea no dura demasiado y pronto todo se habrá solucionado.

Las mejillas del rubio se tornaron de un color carmesí ante la idea de que Kanade fuese su novia.

—Jeje, verás viejo pulpo... tienes razón, ella me adora —dijo avergonzado, pero tratando de lucir un poco genial.

Kanade, analizaba el camino que estaban pasando, a lo lejos podía verse que estaban acercandose a un especie de lago bastante calmado. Naruto, aún permanecía con la capa de chakra del kyuubi, así que la defensa no estaba deteriorada.

La velocidad de sus pasos aminoró significativamente, las figuras que se acercaban y comenzaban a visualizarse, provocaron que sus piernas perdieran la fuerza. Todo comenzó a tornarse tenso y por alguna razón, sintió como su corazón se aceleraba a tal punto que creía que se saldría de su pecho.

Aquella capa roja no le hacia justicia, aquel semblante palido y la mirada sin luz en sus ojos provocaban que sus recuerdos fuesen confusos. La última vez que vio su mirada, fue aquella vez cuando la atacó siendo una niña, en sus tiempos de cademia en la aldea de Konoha, esos ojos habían perdido el brillo por completo y los que veía ahora, eran mucho peor que los de aquel entonces los cuales eran participes de una vil mentira.

Kanade ShippudenOnde as histórias ganham vida. Descobre agora