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Cassie solo había estado de regreso en Bristol durante una semana, y ya se había descarrilado.
Era un aumento gradual y lento en la locura lo que estaba presenciando de ella, y realmente me tenía preocupado. Especialmente cuando comenzó a recolectar babosas y les dio nombres similares a Sid y Michelle, y luego les echó sal después de que comenzaron a aparearse.
"¿No son simplemente encantadores?", Sonríe mientras observa cómo se marchitan los caracoles. "¡Sidly y Micha, tan lindos!"
Me siento junto a Jal en el sofá de Chris, los dos mirando a Cassie mientras se ríe de alegría al ver sus babosas muertas.
"¿Cuánto tiempo crees que durará esto?" Jal se inclina cerca de mí, murmurando en mi oído.
Me encojo de hombros. Sinceramente, no lo sabía.
La puerta principal del apartamento se abre, revelando a Chris con su cabello peinado hacia atrás y vestido con su mejor traje. Le estaba yendo bastante bien, trabajaba como agente de bienes raíces vendiendo casas, y la empresa para la que trabajaba tuvo la amabilidad de dejarlo vivir en uno de sus apartamentos que, al parecer, no podían vender. Sin embargo, no fue una sorpresa que no pudieran vender el lugar, era pequeño y estrecho y todo parecía desmoronarse, sin mencionar a los vecinos ruidosos que parecían hacer todo menos callarse. Pero Chris tenía su propio lugar y un buen trabajo, y parecía realmente feliz, así que todos nosotros también lo estábamos.
"Buenas noches, chicas", nos saluda alegremente, sonando como un padre trabajador que llega a casa con sus hijos después de un largo día en la oficina. Camina hacia donde Cassie está sentada con su plato de babosas muertas. "Veo matando más babosas, Cassie."
"Sí", le dice Cassie con una sonrisa. "Necesito ir a buscar más".
Desde su regreso a Bristol, Cassie se había estrellado en el sofá en casa de Chris. Le había ofrecido un lugar en mi casa, pero me sorprendió cuando me rechazó. Probablemente porque en mi casa, no la dejaría matar babosas y quedarme despierta hasta altas horas de la noche consumiendo drogas y alcohol.
"¿Te quedas a cenar, Freya?" Chris me pregunta, tomando asiento a mi lado en el sofá. El sofá estaba en una hendidura en la pared, donde el techo se inclinaba hacia abajo, por lo que tuvo que inclinar la cabeza hacia un lado para encajar.
"Mírate, preparándote la cena", bromeo con él en broma. "Estás creciendo con nosotros, Chris."
"En realidad, la cena consiste en un porro y una bolsa de patatas fritas", me corrige Jal. Y efectivamente, cuando miro a Chris, él ya se está iluminando.
"Me encantaría, pero tengo que ponerme en marcha", decepcioné a Chris con facilidad. "Estaba pasando de camino a casa de Liam para ver cómo estaban todos ustedes." Específicamente Cassie.
