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Mi cita con Liam definitivamente iba mucho mejor de lo que esperaba. Era muy bueno hablando, así que afortunadamente no tuve que hablar mucho. De todos modos, era mucho mejor oyente. Mientras conducíamos hacia el pub, habló mucho sobre sus amigos, el fútbol y la universidad a la que asistía. Me encontré haciendo preguntas, no fingiendo, pero realmente curiosa por saber todo sobre él.
"Está bien, soy yo quien habla", se da cuenta después de un rato, después de haber terminado una historia sobre una fiesta a la que él y sus compañeros habían asistido en la universidad la semana pasada. "Ahora es tu turno. ¿Qué está pasando en tu mundo?"
"No mucho, honestamente", lo confieso. "La universidad es bastante aburrida. Sin embargo, mis amigos son geniales. Algunos casi tan locos como los tuyos".
Él rió. "Entonces debes tener las manos ocupadas".
Mientras conducía, una de sus manos sostenía el volante, mientras que la otra descansaba en la consola entre nosotros. Pensé en agarrar su mano. Estaba colocado donde podía hacerlo fácilmente. Su mano era grande, con nudillos agrietados y piel de aspecto áspero, y dos anillos negros adornaban sus dedos. Sus manos eran muy bonitas, muy varoniles. Podía sentir que empezaba a sonrojarme. Todo en este chico de alguna manera se las arregló para darme una mariposa, incluso algo tan simple como sus manos.
"Esos tipos con los que jugabas el otro día", comienzo, queriendo desviar la atención de mí. "¿Todos van a tu universidad?"
"Algunos juegan conmigo en el equipo de fútbol de la universidad", se encoge de hombros. "Pero la mayoría de ellos eran sólo algunos de nuestros compañeros con los que fuimos a la universidad".
"Genial", le digo.
Cuando llegamos al pub, aparca en paralelo cerca de la acera entre otros dos coches. No podía estacionarme en paralelo para salvar mi vida, así que fue interesante verlo hacerlo tan impecablemente. Tenía el brazo extendido con la mano en el costado de mi asiento, tan cerca que si volvía la cabeza, mis labios le habrían rozado el pulgar, y lo miro con asombro mientras mira por encima del hombro para maniobrar su camino hacia el lugar. . Se veía realmente caliente aparcando en paralelo ...
Maldita sea, Freya. ¡Para!
Salimos de su coche al aire fresco. El pub era uno al que no había ido antes, ya que estaba más cerca del campus de la universidad, pero definitivamente estaba más vivo que los pubs a los que solía ir a tomar una pinta. A través de las ventanas, pude ver gente apiñada en el interior.
"¿Vienes mucho aquí?" Le hago más preguntas, pareciendo ser lo único de lo que soy capaz.
"Sí, lo hago", me dice mientras abre la puerta para que entre. "Normalmente tienen bandas locales tocando aquí una vez a la semana, así que es un lugar genial para pasar el rato".
