La mariposa de A Yuan. 3.32

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Está entrando en pánico, faltan dieciséis minutos para que Wei Ying llegue de trabajar en sus oficinas y unos diez minutos más para que A Yuan regrese de su paseo en el parque con Jiang WanYin.

Aunque la ropa salió bien, tal como las instrucciones de Wei Ying, la mariposa de felpa no tuvo la misma suerte.

No recuerda haberla metido en la lavadora, pero yacía en una pequeña caja, descosida con todo el relleno salido.

El miedo que le había perdido a la lavadora, regresó.

Los recuerdos del señor Tuzi, su conejo de felpa, habían regresado, el pobrecillo, asesinado por su hermano, como esta mariposa, asesinada por él.

Escondió la caja, después hablaría de eso con Wei Ying, quien, al parecer, regresó minutos antes.

. . .

—¡Mis pies están matándome!, jamás había tenido que caminar tanto en la oficina, y la voz me duele—suspiró, dejándose caer en los brazos del Lan.

Se separó un poco antes de darle un beso y sentarse en el sillón, quitándose los zapatos de tacón, ese día traía un pantalón de vestir con tiro alto y una camisa tipo halter, claro que, el saco, lo cubría.

—Los asistentes que contraté son un desastre, cuando instalé una oficina en Latinoamérica, ellos fueron más que eficientes, no tuve que gritarles más de una vez, jamás los regañé, trabajaban rápido, y ahora sólo tengo a tres pasantes de moda que son tan lentos como un caracol—suspiró.

Lan WangJi se acercó y le dio un leve masaje en los hombros, Wei Ying no había dormido en semanas al estar adaptándose nuevamente a su país de origen.

—Son dos mundos distintos, unos dependen enteramente del trabajo e intentan dar lo mejor para que se les pague una cantidad justa, y los otros sólo dependen de una pequeña parte del trabajo, algunos realmente no lo necesitan y cubren el lugar de quien si lo necesita—explicó, masajeándose la sien, poco después observó a Lan WangJi—cariño, no has hablado durante un rato, ¿sucede algo?—Lan WangJi fue por la caja y se la enseñó.

—Oh, ¿y?—Wei Ying no se inmutó mucho ante la despedazada mariposa en la caja—la maté por accidente—mencionó Lan WangJi.

Wei Ying quería explicarle a Lan Zhan acerca de esa mariposa, y el odio que le tenía A Yuan a ella, según el pequeño, era una mariposa mala, que ofendía a las otras mariposas por envidia, más de una vez lo vio jugar con ella de una manera un poco extraña, haciendo que otros peluches la golpearan o tratando de destruirla por todos los medios posibles.

Incluso lo vio arrojarla desde su cama, mientras gritaba "¡Esto es Esparta!".

—Cariño, no te sientas mal por eso—lo mejor era seguirle el hilo de la conversación, no quería explicarle a su pareja de la sanguinaria personalidad de su hijo—en algún punto tendría que afrontar este tipo de situación—tomó la caja y la dejó en la mesa de centro.

Observó al Lan sentarse junto a él y se dejó abrazar.

—La maté—lloró—mi amor, fue un accidente, A Yuan lo entenderá—o se alegrará, bueno, la personalidad del pequeño era un poco retorcida para alguien de su edad, pero probablemente se debía a los libros que leía.

Últimamente Poe y Lovecraft se había vuelto los autores preferidos del pequeño niño.

Tampoco olvidemos a Stephen King.

¡Que difícil es ser hermano mayor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora