¡Que difícil es ser hermano mayor!

Día del padre. 3.10

En este día tan especial, ellos no esperan nada tan alborotado como el día de las madres, probablemente, quieran tomar una cerveza de manera tranquila en su jardín o pasar el rato con sus hijos que ya han dejado el nido, algunos prefieren aprovechar el tiempo perdido para concentrarse en su matrimonio y darle esa chispa que hace tiempo no es vista.

Depende del tipo de padre, obviamente.

Jin GuangShan sólo quería un día tranquilo, pasar el tiempo con sus hijos, y después descansar con su esposa, como una persona normal.

Pero conociendo a sus hijos, no podría ser una persona normal.

Su hija, le había mandado un reloj, buena marca, bien hecho, A Su.

GuangYao, bueno, al menos no se confundió al comprar, en eso le agradecía a su yerno y a su pequeño nieto, RuSong, quien le regaló una taza de café.

ZiXuan, por otra parte, hizo lo mismo de todos los años, hablar con él y tomar una cerveza en el jardín, al menos Jin Ling le hizo un dibujo.

Y XuanYu, bueno, casi hace que le de un infarto con la noticia de su compromiso.

—¡Feliz día del padre!—felicitó XuanYu en cuanto él reaccionó—¡Oh, vamos papá!, sólo me voy a casar, no es para tanto—observó a su hijo.

—Mira el lado bueno, tendrás más nietos si es que HuaiSang y yo decidimos tener hijos—Jin GuangShan observa a su hijo—ya creciste, ya creciste—lloró abrazando a su hijo.

El que menos quería que creciera, ya se había vuelto un adulto.

La única cosa buena que él considera que hizo, fue criar a sus hijos, junto a su esposa.

Su esposa solamente observó la escena con ternura, finalmente todos sus hijos dejarían el nido, y probablemente, tampoco se sienta tan preparada para ver a todos sus pavitos irse lejos.

. . .

¿Recuerdan eso de retomar el tiempo perdido para centrarse en el matrimonio? Pues Wen RuoHan aprovechó bien su tiempo, mientras que Lan Qiren, dudaba si volvería a caminar, aunque no se queja.

Sin nadie, más que ellos dos en casa, digamos que la pausa en su vida sexual, había sido revocada.

Ambos fungieron como padres de cuatro niños, Wen Qing, Wen Ning, en sus primeros años de vida, Lan Xichen y Lan WangJi.

Se merecían ese tiempo a solas que hace mucho no tenían.

—- Tío Lan, tío Wen, gracias por todo, feliz día del padre.
—— Tíos, Feliz día.
— - Feliz día del padre, tíos.
- - Tío Lan, Tío Wen, les debo mucho, gracias, feliz día del padre.

La contestadora hacía lo suyo mientras que ellos estaban en la habitación, haciendo cosas, que considerando su edad, es impresionante que sigan haciendo.

Bueno, la dieta, el ejercicio y los buenos hábitos de sueño les reducen unos años.

—Ya no somos tan jóvenes como para resistir diez rondas—rió el Wen—hablas por ti, soy menor que tú por tres años—replicó Lan Qiren, cubriéndose con la cobija.

—Eso no cambia nada—se defendió el Wen—lo cambia todo, si lo analizamos bien, soy más cuidadoso y más disciplinado, por lo que tú morirías antes q—Wen RuoHan lo calló con un beso.

No saldrían del cuarto en toda la noche, eso seguro.

. . .

Luego están los padres como Jiang FengMian, que a pesar de no querer obsequios, es casi obligado a aceptar siempre lo que le regalan.