"Yo, acepto". 3.17

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"Para un buen matrimonio hay que enamorarse varias veces, siempre, de la misma persona."
—Mignon McLaughlin.

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El matrimonio es una unión sagrada en diferentes culturas, se celebra de distintas maneras, por ejemplo, el matrimonio entre los mayas era de carácter matrilocal, es decir, que el hijo varón trabajara para su suegro como parte de la familia por cinco años, o los africanos con sus fiestas coloridas y vivaces, con el objetivo de celebrar una unión entre tribus y familias.

Usualmente el matrimonio se une a un concepto religioso, católicos, cristianos, budistas, satanistas, judíos, politeístas, entre otros, pues después de las uniones vienen la creación de una familia propia, como ellos piden a la diosa Guan Yin, en caso de ser politeístas o a un Dios todo poderoso, en el caso de los cristianos, católicos, judíos y musulmanes.

Aunque todo eso está unido a ceremonias bellísimas, con el mismo fin, para un ateo, el escuchar un sermón donde se repita "Dios" varias veces, puede ser un poco tedioso e incómodo.

Wen Ning, Wen Qing, y Wen RuoHan, son ateos.

Por no decir que toda la familia Wen.

A pesar de estar en desacuerdo con la idea de una creencia en un ser superior, ellos muestran respeto hacia las demás religiones, no atacan a ningún creyente, sin embargo, es muy incómodo estar en una conversación religiosa.

Wen Ning no tenía ningún problema con seguir el protocolo católico de la familia de Xue Yang, pues no se opuso cuando le dijo que harían la ceremonia en una catedral.

Habían optado por una boda al estilo occidental, nada tan complicado como la tradicional boda china.

Ambos usarían trajes a la medida, cortesía de uno de los padrinos, Wei WuXian, y dada su habilidad con la máquina de coser y las telas, la creación de los trajes fue veloz.

Un traje blanco y un traje negro, el blanco, claramente incluía un velo.

¿Quién se casaría sin un velo?, ¿Qué ejemplo estarían dando a los niños si se casaban sin un velo?

El velo fue bordado a mano, el estampado del final imitaba enredaderas brillantes y largas, mismas que combinaban con el decorado de la catedral.

Ahora estaban con Wei Ying, quien se tomaba la paciencia para arreglarlos a ambos, y como dice la tradición, los novios no debían verse hasta la boda.

Además, Wei WuXian regañaría a Wen Ning por arruinar el impacto.

. . .

—Te queda bien—sonrió Wei Ying colocándole con delicadeza el velo, Xue Yang seguía sin creer que estaba a tan sólo unas horas de casarse con Wen Ning.

—¿Te comió la lengua el gato?—preguntó Wei Ying—no, sólo estoy un poco nervioso—el diseñador siguió con lo suyo, arreglándole el traje.

—Aún queda una hora, creo que podemos hablar—le sonrió.

—Bien—.

. . .

—¿Qué tienes?—Wen Ning no paraba de caminar en círculos, eso mareaba a su otro padrino, Lan WangJi.

¡Que difícil es ser hermano mayor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora