El enigma de un homicidio. (Nie MingJue) 2.7

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Criminalista Nie MingJue, ese cargo nunca se había sentido tan pesado en su espalda. Las cosas que solía ver en casos de homicidio o feminicidio eran tan grotescas escenas, que cada día alimentaban su paranoia.

Pero era satisfactorio arrestar a los culpables y hacer que se pudran en la cárcel.

Por mucho, mucho tiempo.

Usualmente las víctimas solían ser jóvenes alrededor de lo dieciséis a dieciocho años, lo cual lo hacía llamarle a su hermano para asegurarse que siguiera en casa.

Para su suerte, su hermano menor siempre se quedaba en casa, en eso, le agradecía a los dramas.

Otras veces, solían ser feminicidios, esposas que se quedaban solas en casa, lo que también le hacía llamarle a su esposo, Jin...ahora Nie Yao.

El cual simplemente lo calmaba diciendo que su hermano mayor iría por él al estudio, junto a YanLi.

Realmente necesitaba terapia, o tomarse un té de vez en cuando.

. . .

Llegaba cansado a casa, pero valía la pena si al llegar a casa podía besar y abrazar a su pequeño esposo.

Sentía una tranquilidad inmensa cuando llegaba a casa.

—¿Qué tal te fue en el trabajo?—preguntó acomodándole un poco el cuello de la camisa—como siempre—GuangYao le dio un corto beso en los labios, sin profundizarlo pues HuaiSang seguía en la sala.

Concentrado en los dramas, pero seguía ahí.

Nie MingJue le sonrió a su esposo y hundió su cabeza en el cuello del más bajo, sintiendo su leve aroma a vainilla y peonías.

—¿Y si vamos al cuarto?—besó lentamente el cuello del Jin, quien se estaba estremeciendo—p...pero A Sang está—señaló.

—¿Y? Está pegado a la pantalla casi todo el día—excusó dándole un largo beso, profundizándolo un poco, cargando con cuidado al ahora bailarín estelar de la compañía de danza más reconocida del país.

—Mañana tengo ensayo—gimió susurrando—te prometo dejarte caminar esta vez—el Jin parecía meditar las palabras de su esposo, y asintió.

Nie MingJue lo llevó cargando a la habitación, eso les traía recuerdos a ambos de cuando regresaron del registro civil hace unos años.

. . .

Nie HuaiSang le subió al volumen del televisor con el primer gemido que oyó de la habitación de arriba. Pidió una pizza, pues asumió que no cenaría por lo que estaba sucediendo allá.

- - Soy tuyo y tú eres mía.

Hu Yi Tian era tan perfecto en ropa de invierno.

Estás equivocado.
• Soy mía y tú también eres mío.

HuaiSang abrazaba el cojín mientras lloraba por la escena, era tan preciosa.

- - Correcto.
- - ¡Sheng Huanian es de Luo Zhi!

Saltó de alegría, a pesar de que hubiese visto Unrequited Love varias veces, amaba esa escena.

El timbre sonó y fue por su pizza, la pagó y cerró nuevamente, el repartidor lo había visto raro, pues había ruidos en la planta alta, pero el joven seguía animado para comer.

Quitó el drama que ya había visto y se puso a ver The Untamed, otra vez, aún no superaba ese drama.

No fue como con Boys Over Flowers.

¡Que difícil es ser hermano mayor!Where stories live. Discover now