Quizá, deba dejarlo ir. 2.33

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"La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener"

Gabriel García Márquez

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Lan Xichen está casado, y en realidad, no sabe cómo debería reaccionar.

¿Debería llorar?, ¿Debía sentirse bien por él?, ¿Debería enojarse?

Decidió no ocupar su cabeza para pensar en eso, así que se centró en lo más importante, él mismo.

Jiang Cheng había recibido una carta de admisión de la universidad, exactamente para la carrera que quería. De hecho, hoy era su último día como estudiante de preparatoria.

Sólo iban por sus papeles y listo, la graduación fue justo después de que el cara de piedra y su querido hermano se fuesen.

No se sentía cómodo con la idea de compartir dormitorio con dos extraños durante sus estudios.

. . .

No podía conciliar el sueño sabiendo que la habitación de al lado estaba vacía.

Se levantó de manera sigilosa y se dirigió al cuarto de su hermano, cerró con cuidado, de acostó en el suelo y observó el techo.

De la nada comenzó a llorar, se abrazó a si mismo, sintiendo aquella ansiedad que hace mucho no sentía.

Jamás había estado tan lejos de su hermano.

Se sentía como aquel niño de cinco años que no podía ir a ningún lado sin que su hermano estuviese cerca, el mismo niño que parecía un chicle pegado a su hermano en todo momento, ese pequeño niño que si se alejaba un sólo centímetro de su hermano, comenzaba a llorar como un loco, gritar y patalear, aquel niño que cuando tenía miedo de la oscuridad le tomaba la mano a su hermano para dormir, aquel niño, que se acurrucaba junto a su hermano para sentirse seguro.

¿Cómo viviría sin su estúpido hermano acompañándolo?

. . .

Su hermano debería estar durmiendo a esta hora, mientras que él estaba paseando con Dong Chul y Rooster.

Durante la caminata, una pregunta le llegó a la mente.

—¿De qué color es el sol?—el coreano lo observó—bueno, es una estrella amarilla, y como todas las estrellas, emite luz blanca, independientemente del color que sea—Jiang Cheng pareció satisfecho con la respuesta.

Siguieron caminando, le había comentado al coreano sobre su más reciente logro, ser admitido en la universidad, así que decidieron sacar a pasear a Rooster.

El pequeño cachorro era obediente, y daba pequeños pasos.

Una pequeña gota de lluvia cayó en la cabeza de Dong Chul, alertándolo, por tanto se quitó la chaqueta y con ella cubrió a Jiang Cheng, mientras que cargaba al cachorro para evitar que sus patitas se mojasen.

Y tal como se le advirtió, comenzó a llover.

Le dio a Jiang Cheng el cachorro, quien se acurrucó un poco entre los brazos de quien lo sostenía ahora, mientras que hacía lo posible por cubrir a Jiang Cheng y al perro de la lluvia.

¡Que difícil es ser hermano mayor!Where stories live. Discover now