.:.:.:.Ren@c1m1ento Del Ser Celest1@l Supremo.:.:.:.

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Demasiado inapropiado, no puedo mirar

Yan Tianhen miró sus manos y luego miró su cuerpo. Sintió que no había gran problema.

De repente, escuchó a un hombre con el estilo de un gerente general decir: "Esta noche, el Emperador va a entretener a todos los descendientes de los Clanes Divinos que asisten al banquete de caza de monstruos. Debes animarte y no cometer errores. De lo contrario, ¡hmph, este gerente general definitivamente no te dejará ir!"

El sonido hmph puso los pelos de punta a uno.

Aquellas doncellas y sirvientes, que iban y venían, eran más ágiles y sensibles por miedo a cometer el más mínimo error.

Al ver que no podían verlo, Yan Tianhen simplemente se sentó en las amplias barandillas cerca del borde del balcón con las piernas levantadas, apoyando la mejilla contra un pilar de jade y mirando a estos hombres y mujeres bien vestidos.

El banquete de caza de monstruos fue una fiesta para los discípulos de los Clanes Divinos.

Se llevaría a cabo cada pocos años, y el momento de la celebración fue adivinado por el profeta de la Capital Celestial del Emperador Púrpura. En ese momento, todos los descendientes del Clan Divino, incluidos aquellos que tenían relaciones cercanas con los Clanes Divinos, podían participar juntos.

La última vez que se celebró fue hace diez años. Debido a que no estaba en las Nueve Tierras, la familia Yan envió a Yan Huanyu para que asistiera. Se dijo que ganó mucho, hizo muchos amigos en Clanes Divinos y trajo a varias personas para sus fuerzas. También buscó muchos tesoros raros y también llevó su cultivo a un nivel superior.

Yan Tianhen también anhelaba el banquete de caza de monstruos. Si hubiera una próxima vez, definitivamente participaría. Por lo menos, podría ver esas raras tierras misteriosas y mundos diferentes.

Sin embargo, al escuchar las palabras del gerente, parecía que el banquete de caza de monstruos había terminado y los descendientes de los Clanes Divinos ya habían regresado.

En poco tiempo, el cielo se oscureció. Como la torre era bastante alta, las nubes flotaban a los pies. La niebla estaba humeando y el Qi púrpura venía del este. La puesta de sol se fue hundiendo poco a poco en el mar de nubes. A lo lejos, se podían ver los verdes picos de las montañas y las largas cascadas del río que cruzaban el cielo. Fue un magnífico escenario de montañas y ríos.

Yan Tianhen no se sintió encaprichado. Al mirar esta imagen, sintió que todo el polvo de su corazón se había vaciado y todo su pecho se llenó de una emoción indescriptible.

¿Donde estaba esto?

Podía estar seguro de que no había tal espectáculo en la Capital Celestial del Emperador Púrpura.

Ese gerente acaba de decir: "El banquete del Emperador". ¿Qué emperador era este?

Pronto, Yan Tianhen se enteró.

Vio una fila de personas vestidas con espléndidas ropas subiendo los escalones. Fueron dirigidos por Xuan Wushe, el actual Soberano de la Tierra del Este.

Yan Tianhen casi se cae de cabeza de la barandilla. No le tenía miedo a nada, ni siquiera a su padre Yan Zhonghua, ¡pero la única persona a la que le tenía miedo era a su padre adoptivo!

Aunque este padre adoptivo lo trató bien, cuando se fue a vivir con la familia Xuan en la Tierra del Este, Xuan Wushe envió gente para darle cosas deliciosas e interesantes todos los días, y dejar que las usara a voluntad en el palacio de la Tierra del Este. Fue principalmente porque Xuan Wushe era demasiado poderoso: su prestigio era demasiado profundo, por lo que Yan Tianhen no se atrevió a cometer ningún error frente a él.