-¡Ahí están!- La voz de Halley llamo mi atención. Todos los chicos sonrieron y sabía que debía voltear. Mi corazón se detuvo, no pude ver nada más que a Sophie. Sentí como la cosa estallo en mi interior, un cosquilleo nació en la boca de mi estómago y se propago por todo mi cuerpo incendiando cada terminación nerviosa a su paso. Esta era una idea estúpida, Sophie no podía ser solo mi Amor de Verano, había sido mala idea aceptar el juego, yo me estaba enamorando.

Mi chica vestía un corto vestido de color rosa, la tela era brillosa pero se ajustaba a su cuerpo dejando a la vista curvas que jamás noté. Los zapatos ayudaban demasiado a resaltar sus piernas, que por cierto eran perfectas. Su cabello caía suelto en pequeñas ondas sobre su espalda, quería tocarlo. Pero hoy su rostro se veía diferente, un ligero brillo dejaba a la vista su evidente felicidad. Eso era lo más bello en ella, el ligero tono durazno en sus mejillas, tan solo eso opacaba hasta la mejor modelo de Victoria Secret.

-Hola -Me acerque a ella y acomode su cabello detrás de su oreja- Te ves hermosa- susurré. Ella respondió con un ligero beso en mi mejilla y sonrió.

-Vamos a bailar- Susurro y tomo mi mano.

Era la primera vez, en toda mi vida que llevaba dos días seguidos en una fiesta y lo mejor, bailaba con la chica más hermosa del lugar. De vez en cuando veía a alguno de los chicos bailar con las chicas o alguna modelo, Joseph se aparecía lo mínimo por donde estábamos y honestamente apreciaba eso. La música paro y el papá de Sophie tomo la atención de todos. Anunció que el regalo para su hija no solo era la fiesta, él le daba el crucero. Todos miraron hacia Sophie y estallaron en una ola de aplausos, Sophie solo sostuvo mi mano, estaba abrumada.

Después del anuncio de su padre Sophie perdió el brillo de sus ojos, estaba muy abrumada por todo. Tome su mano y la guie hacia fuera del salón, necesitaba estar a solas con ella. Ella no decía nada, solo me seguía. Encontramos el salón de la noche anterior, estaba vacío. Tome las manos de Sophie y las lleve hasta mi cuello, rodee su cintura con las mías y comencé a moverme al ritmo de una balada imaginaria. Nuestras frentes se pegaron y sentí su respiración chocar con mi rostro.

-Esto es lo único que quería de cumpleaños -Musitó- Estar contigo- cerro los ojos y sus labios se pegaron a los míos. Sabía que era demasiado joven y que esto, fuese lo que fuese, iba muy rápido pero de verdad, esperaba que ella fuera la única.

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El crucero sin duda había sido mejor de lo que alguna vez espere, me sentía viva y llena de alegría a todo momento, nada podía hacer que mi estado de ánimo cayera. Esto era todo lo que había querido desde hace años. Tener amigos y creer que mi vida era normal, solo por un momento. Los días pasaban volando y eso era tal vez lo peor de todo esto. Al final sabía que terminaría y cada uno volvería al lugar que le corresponde, pero conforme pasaban los días me convencía de que mi lugar no era alguno de los países a los que próximamente viajaría, el único lugar en el que quería estar y al que pertenecía era Londres, o más bien era donde Louis estuviera. Sabía que era tonto, llevábamos un poco más de tres semanas en conocernos, pero conforme más tiempo pasaba con el sentía que llevaba años en mi vida. Ni siquiera Joseph me hacía sentir lo mismo que Louis.

Todos los días hacíamos lo mismo, desayunábamos en conjunto y a medio día cada uno se dispersaba para realizar actividades por separado, por suerte mi padre se mantuvo ocupado con socios y algo de trabajo. Jamás noto que la mayoría de ese tiempo la pase con Louis. Recorrimos el barco y honestamente debo confesar que no recordaba las partes que vi, la mayoría del tiempo platicábamos sobre nosotros, sobre gustos, metas, sueños, miedos y un millón de tonterías, pero con el nada era aburrido, hasta hablar de la forma de un chicle masticado era interesante, pero solo si Louis lo decía. La otra parte del tiempo aprendí que el sabor más dulce del mundo pueden ser sus labios. Recordar cada beso que me había dado provocaba que ese tono durazno se propagara por toda mi cara, mi tendencia a sonrojarme era molesta, pero para Louis era algo que me hacía ver hermosa. También estaban las actividades en grupo. Joseph y yo nos adaptamos muy bien al grupo de amigos de Louis Tomlinson, pasábamos las tardes en la sala de juegos en la sala de TV o en la piscina. Niall y Joseph siempre tenían alguna actividad nueva para nosotros, aunque la mejor fue la competencia de karaoke. Halley y Zayn tomaron posición número uno del micrófono y nos opacaron a todos, además eran los que conocían la mayoría de las canciones. Si pudiera haría que estas vacaciones nunca terminaran, que esto fuera eterno, porque jamás me había sentido de esta manera y dudo mucho que alguna vez me volvería a sentir así. Pero había un problema, mi padre y yo no volvimos a tocar el tema sobre la escuela, a pesar de que lo intente algunas veces el solo evadía la conversación, al parecer no le agradaba del todo. Lo único que esperaba es que ese día no llegara, que el crucero no terminara. Mi vida no volvería a ser la misma.

Don't You Remember... || Louis Tomlinson [Terminada/Editando]Where stories live. Discover now