Capítulo 35: Máscaras fuera.

929 152 14
                                    

—¡Oh por los dioses! Es hermoso Lady Halia— alabó una de las chicas, mirando la joya que decoraba el cuello blanco de la noble.

—¿Verdad qué sí? Fue un regalo de el príncipe heredero por nuestro compromiso — sonrió con dulzura, presumiendo su dicha.

—Sin duda alguna tiene muy buen gusto.

—El príncipe definitivamente la atesora, Lady Halia.

Iugh.

Estaba aguantando las ganas de salir corriendo a vomitar, estaba en la fiesta de bienvenida de Halia, ¿Podían creerlo? El único día libre que tenemos lo están gastando en una fiesta del té con los mejores postres del departamento de cocina. Todas las jóvenes aristócratas estaban sentadas alrededor de la mesa, incluyendome.

Aunque yo vine más por obligación, curiosidad y en parte por la comida, para que negarlo.

Me llevé un pedazo de pastel de limón con crema a los labios, dejando que el empalagoso dulce me explotará en el paladar. Era delicioso, y ni la presencia de Halia podía quitarme el apetito. O así fue, hasta que abrió la boca.

—Y dime hermana mayor, escuché que estabas pasando los exámenes finales para completar tu entrenamiento, ¿ya lograste crear magia?

Ah, que no se note lo malintencionado de ese comentario.

Halia sonreía con los ojos pequeños esperando una respuesta, si estuviéramos en casa simplemente le diría que eso no es su problema, pero no me convenía dejar una mala imagen frente a todas esas mujeres después de todo lo que hice por subir mi reputación.

—Afortunadamente, todo va bien en cuanto a mis estudios, no tienes que preocuparte — respondí simplemente, sin dar una respuesta concreta.

Ellas seguían esperando más, pero no les presté atención a sus miradas decepcionadas por tan poca respuesta. Seguí comiendo con un sabor amargó en la boca, ignorando todo.

— Lady Halia, muchos jóvenes están entusiasmados de que esté aquí, la mayoría son jóvenes que aspiran ser caballeros de la familia imperial— dijo una chica, y su voz se me hizo familiar. Levanté la cabeza reconociendo a la jóven de ojos negros.

— Ahora que lo menciona, su hermano Levius es uno de esos jóvenes sí no me equivocó, señorita Lyria— se atrevió a responder una chica.

—Pues sí, él está entrenando muy duro, pero también están otros jóvenes bastante fuertes. Por ejemplo el jóven Dastan Lennon o Iván...

Dejé de escuchar en cuanto mencionó al primero, llevé la copa de agua a mis labios intentando pasar la comida y disimular que no estuve apunto de atragantarme con un pedazo de pastel. Podría jurar que hasta se me fue el color de la cara.

—¿Dastan? Creo que lo conocí, fue muy amable de llevarme a mí dormitorio antes, un joven bastante simpático si me permiten decirlo.

Levanté una ceja con curiosidad, jamás la había escuchado elogiar a otro que no fuera Fabio, y por lo visto no fuí la única sorprendida.

—Oh, ¿Está pensando en contratarlo en un futuro?

— No lo sé, tengo que ver sus habilidades para poder estar segura. No se puede contratar personal sin antes pasar por su debida prueba.

—Tiene razón Lady Halia— respondió Lyria, algo decepcionada al no ser su hermano quién se llevó el centro de atención— aunque escuché que varios caballeros están entrenando hoy en su tiempo libre en el campo.

—¿Están entrenando incluso hoy?— sorprendida, preguntó Mary algo ansiosa.

—Pues sí, un caballero no pierde tiempo cuando se trata de pelear por algo que atesoran, por supuesto que tienen sus descansos para evitar colapsar en el intento — respondió simplemente Lyria, y me pregunté por qué yo no estaba entrenando también envés de perder el tiempo como otra dama aristócrata.

La elección de la diosa Where stories live. Discover now