Capítulo 32: El festival del fuego.

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El festival del fuego.

Uno de los primeros eventos de la academia había comenzado.

Luego de las pruebas de magia y defensa, terminaron los exámenes de inteligencia intelectual para al fin pasar a la segunda fase: las pruebas de fuerza.

Por suerte, había pasado todos los exámenes teóricos con facilidad y esfuerzo de tanto estudio, fuí una de las que quedó entre los mejores promedios de la clase y sinceramente, me llenaba de orgullo.

Ya todas esas pruebas que me tenían inquieta habían terminado para llegar a lo que tanto esperaba. Todos íbamos a mostrar nuestra fuerza y resistencia en retos en la arena y actividades al aire libre, pero antes de entrar a la clase de fuerza y combate teníamos que terminar la segunda fase, la cuál era pasar por todas las pruebas de los profesores.

Equitación.

Puntería.

Resistencia.

Fuerza.

En el primer período íbamos a tener competencias de cabalgata entre nosotros mismos. Los mejores estudiantes de la sección serán premiados con una calificación perfecta, reconocimientos y recompensa monetaria para los gastos académicos. Era emocionante.

Por supuesto que muchos se mantenían animados por los premios, pero yo más que todo porque al fin podría entrar a mí zona de confort y hacer lo que me gustaba.

—¡En fila!— grito uno de los líderes, llamando nuestra atención.

Todos llevábamos uniformes de equitación para el momento, los caballos estaban en sus cobertizos de partida esperando que nos indicarán quién iría con quién. No me molestaba mucho, no le tenía miedo a los caballos, así que nada podría salir mal.

Muchas chicas estaban sentadas observando, de hecho podría contar a las mujeres que estaban participando con una sola mano y me sobran dedos, éramos solo dos chicas contándome contra unos veinte hombres. Aunque todo podría pasar.

—Todos busquen un caballo y prepárense para la carrera en cinco minutos— ordenó el instructor e inmediatamente todos nos movimos a escoger entre los mejores caballos.

Muchos me dejaron pasar primero por caballerosidad, la verdad es que desde que terminó la prueba de magia me había ganado el respeto de muchos alumnos, Balder incluso lo llamaba: El club de admiradores de la zanahoria.

Recogí mi cabello en una cola alta para el momento, las botas se llenaron de tierra rápidamente cuando entre a los establos en búsqueda de un caballo. Eran grandes e intimidantes, demasiado para mí.

No buscaba el caballo más grande y desarrollado en fuerza, necesitaba algo que se sintiera en confianza conmigo y que me hiciera sentir cómoda a mí. Una yegua oscura como la noche me llamo la atención, era pequeña, aunque me superaba en altura obviamente solo unos centímetros. Sentí que era la adecuada para mí estatura y peso así que sin dudarlo mucho leí su inscripción.

—Su nombre es Ai, es pequeña pero bastante rápida. Un buen caballo para ti— opinó una voz masculina a mis espaldas.

—¿Qué haces aquí, Athen?— pregunté, mirándolo con algo de curiosidad. Desde la prueba de magia no hemos hablado, tampoco tengo muchas ganas de hablarle después de ayudarme a hacer trampa.

—Te lo dije una vez, me gustan los caballos— se encogió de hombros — y también pienso participar.

Siguió de largo buscando un caballo también, lo seguí tomando la cuerda de Ai para que caminará conmigo. A diferencia mía Athen escogió un caballo de pelaje marrón bastante grande y tosco, con solo unos movimientos él logró hacer que el animal lo siguiera tranquilo, atento.

La elección de la diosa Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang