18.Gelsey III: Limonada rosa

9.7K 328 159
                                    

Aqui estoy de nuevo con un capi  finalmente siguiendo con la historia principal que ya tocaba :3

En el capi anterior muchos se sorprendieron de la elección de Maddie, bueno, cuando sepais quién es Nadine se entenderá todo y no os impactará.

Repito por si acaso que el especial de Halloween no cuenta, es como un fanfic, de hecho los personajes tuvieron que ceder, con lo orgullosos que son no habrían caído románticamente hablando tan fácil jajaja.

En fin, me callo y os dejo con el capi, en realidad hay muchas cosas que quería decir pero siempre me pasa que se me olvidan y luego las recuerdo cuando ya es tarde.

¡Muchísimas gracias por vuestra paciencia, a mis lectores fieles y sobretodo a las personas locas de corazón que me hacen reír y emocionarme con sus comentarios =D

********************

GELSEY III: Limonada rosa

He soñado con él, con mi hijo. Sé que era él porque había heredado mi melena plateada y el color de mis ojos, además la forma en que nos miramos me transmitieron demasiadas cosas, cosas que no sé cómo poner por escrito. Había mucha tristeza en él y esa mirada melancólica casi me parte el corazón. Sé que se trata de uno de mis sueños premonitorios.

Cada vez voy asumiendo más que no puedo huir de mi destino y, sin embargo, quiero aferrarme a la idea de que no percibí nada de Kra Dereth en él.”

Diario de Ellette



PALACIO DE LOS ESPEJOS. ALCOBA REAL DEL ALA OESTE. 23:50

GELSEY

Dejar que se largaran con el Corazón del Bosque no parecía un acto muy lógico, de hecho en realidad no lo era, pero, aunque no lo podía admitir en voz alta, no iba a permitir que la loca de Nissa muriera, porque ella controlaba la parte de la naturaleza que yo no podía controlar, así que aunque no me gustase, la necesitaba viva. Que el íncubo se la llevara, la curase y se olvidara de Madelaine, después ya me encargaría de recuperarlo. Ahora sabía que  Madelaine no me quería muerto y eso definitivamente lo cambiaba todo.

La humana permanecía intentando sujetar mi cuerpo, como si tuviese la fuerza requerida para detenerme. Lo único que realmente conseguía con eso era provocarme más. ¿Por qué era tan ridícula esta mujer? La lógica me decía que me deshiciera de ella y buscase a Helena, pero con Madelaine cerca no me daba la gana hacerle caso a la lógica. Creo que ése era el verdadero poder de Madelaine, por eso la necesitaba tanto junto a mí, aunque resultase mi perdición.

—Ya se han marchado, no necesitas seguir fingiendo —le dije mirándola con cierta burla.

—¿Fingiendo? —preguntó confusa—. Oye tú, ¿no estarás pensando que lo que en realidad pretendía era quedarme a solas contigo, verdad?

—No… Para nada.

La tomé de los hombros y la aparté un poco, sólo para poder hacer que se sentara a los pies de mi cama. Ella puso automáticamente las manos en posición defensiva, como si estuviera lista para hacerme alguna llave, como si en todo aquel tiempo separados se hubiese vuelto una profesional de las artes marciales.

—Abajo me dijiste que tenías una propuesta muy interesante que hacerme.

—¿La que menospreciaste burlándote de mí? Ahora que sabes que no tienes nada que hacer y que estás perdido te interesa, ¿eh? —me increpó, todavía a la defensiva.

—De hecho no, me han informado de que Idril y Rosalie se encuentran juntos en su alcoba y les va muy bien. Aceptarán casarse y todo su poder mágico muy pronto será mío.

Léiriú I: La rebeliónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora