4.Gelsey I: Comienzan los preparativos

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"Ese maldito Kra Dereth es un insolente y un  enemigo para el Equilibrio. Desde hoy, los Feéricos de Oscuridad lo declaramos nuestro enemigo. Así lo declaro yo, la Reina Niam, El Lado Carmesí de la Luna, que Kra Dereth no recibirá apoyo ni siquiera por parte de la oscuridad  de la que procede."

Fragmento del Gran Libro Recopilatorio de Frases Célebres.

GUARIDA DE LOS REBELDES. ESE MISMO DIA. 23:00

Os estaréis preguntando qué pasó con Madelaine y los demás que huyeron despavoridamente al ver llegar a Gelsey. ¿Pudieron escapar de la Zona Maldita? ¿Les atrapó el malvado Amo del Bosque? Todo buen superhéroe tiene sus trucos y el Joker tenía más trucos que nadie, por algo también era llamado «Truquero loco».

Todo el mundo era invitado a entrar en la Zona Maldita, pero después no se permitía salir. ¿Cómo lo lograron ellos?

El Joker llevaba siempre consigo una magnífica capa difícil de describir. Normalmente le gustaba lucirla, pero no quería que se le enganchara a las ramas ni a los arbustos, y menos tras estar recién remendada por culpa de que Dini había estado «jugando» con ella. Se lo habían ocultado hasta que la pudieron arreglar y el Joker les exigió verla, haber viajado en el carro de pepinos se le había hecho sumamente sospechoso. Cada vez que veía los dos remiendos que le habían quedado, se le saltaba el corazón y deseaba vengarse de esos dos idiotas que no sabían cuidar de las cosas ajenas. Llevar capa quedaba muy resultón estéticamente, mas poseía muchos inconvenientes prácticos.

El Joker extrajo su capa muy a su pesar, pues en realidad tenía curiosidad por ver qué sucedería cuando Gelsey llegara junto a ellos, pero Madelaine no se lo permitió, aún no estaba preparada para enfrentarse al silfo. Primero quería amedrentarlo dejándole los jazmines ensangrentados cada jueves antes de revelarle la sorpresa de que se trataba de ella.

La capa era amplia y daba para cubrir a dos personas, pero se las ingeniaron para caber los tres. Así sin más, desaparecieron de allí para reaparecer a salvo en su guarida secreta. Tuvieron que soltar una bomba fétida —creación de la humana— para espantar a los demás rebeldes y poder hablar con el Joker. Era viernes y Adrián se rehusaba a gastar su oportunidad de realizar el ritual para encerrarlo en su carta. Tanto Maddie como el excéntrico bufón estaban bastante agitados.

—De acuerdo, quizás me pasé tres pueblos al hacer desaparecer a Elijah —admitió finalmente la humana, cabizbaja.

—Sí, te pasaste un poco, pero al fin y al cabo trabaja para la monarquía, íbamos a tener que deshacernos igualmente de él —trató de reconfortarla Adrián.

—Por poco nos descubren, ¿creéis que serán tan idiotas como para contarles algo? Rosalie es medio alelada e Idril... ya sabéis lo que opino de él.

—Yo pensaba que el dormir con él te haría cambiar de opinión —importunó el íncubo.

—¿Cuánto tiempo vas a estar burlándote de eso, maldito? Estaba tan cansada que ni recaí en su presencia. Yo soy una humana, no tengo súper resistencia como vosotros.

—Cuando quieres no eres más que una simple humana, pero lo de putita sí que no lo puedes negar, ¿eh?

—¿Pero entonces creéis que nos van a descubrir? ¡Gelsey tenía que ser tan inoportuno!

—¿Y qué le van a contar? ¿Que estuvieron pasando la noche en la Zona Maldita con una humana, un íncubo y un friki disfrazado de sombrerero? —trató de tranquilizarla Adrián.

—Adri, podrías ser un poco más delicado conmigo, necesito tu afecto en estas horas de necesidad... —habló al fin el Joker, quien había permanecido demasiado afectado hasta ese momento como para hablar. Gelsey era uno de los temas que más aborrecía.

Léiriú I: La rebeliónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora