Positivamente No

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—Entonces ella...—Duncan asintió con una sonrisa—. Wow, pero que wow—dijo Charlie acostado en la mitad de la cama. Estaba de cabezas—. ¿Qué pasó luego?

—Desperté—el chico se levantó y lo miró con el ceño fruncido.

— ¿Qué? ¿Fue un sueño? —Duncan echó una carcajada.

—No, pero tenías que ver tu cara de decepción cuando te lo dije—se burló—. Ella me vuelve loco, me tiene loco por ella.

—Si si, Romeo—le dijo el chico—. Disfruta tu amor ahora que está en pleno auge—le dijo—, mientras yo tendré que soportarte todo meloso y cursi. Así son los primeros meses de adaptación, luego entras en la realidad, puedo aguantarlo—se rió.

—Dijo que continuaríamos lo que estábamos haciendo luego. L-u-e-g-o—dijo—. O sea, que está pensando en tener sexo conmigo.

—Para tu caballo, vaquero—hizo un movimiento con las manos como una señal de pare—. No te apresures porque luego sale todo mal, que todo fluya a su orden. Tú pensaste que verían una película y sucedió algo mejor, deja que las cosas sucedan con esa misma sorpresa.

—Sí, tienes razón—mencionó—, pero no quiero que luego sea tarde.

—No te vas a morir, ¿puedes dejar de pensar en eso? —rodó los ojos—. ¿No ves que hierba mala no muere? Seguro muero yo primero y todo—Duncan se rió pero sintió una fuerte presión en el pecho que había llegado de la nada.

Intentó calmarse pero la sensación de que le faltaba el aire era bastante fuerte, caminó hacia su cama para sentarse en ella e intentar respirar con calma, Charlie se dio cuenta y lo miró con el ceño fruncido.

— ¿Qué sucede? ¿Estás bien? —Duncan asintió pero otra punzada llegó a su pecho.

—Ay—se quejó, Charlie lo miró nervioso y le pidió que se mantuviera quieto, La Doctora Arlen le había explicado lo que debía hacer en esos momentos pero su memoria estaba nublada por los nervios que sentía.

—Llamaré a una enfermera—se levantó de la cama y caminó a la puerta para pedir ayuda. Duncan quería decirle que no debía hacerlo, que él se encontraba bien pero el dolor se iba intensificando.

—Charlie—intentó levantarse pero sintió que sus pierdan tambaleaban, su visión se puso un poco borrosa e intentó mantener el equilibrio para no caer.

—Duncan, quédate sentado—le pidió Charlie y volvió a llamar a una enfermera.

Y lo que pasó a continuación sucedió tan rápido que Charlie no tuvo chance de sostenerlo. Las piernas de Duncan desfallecieron haciéndolo perder el equilibrio y logrando que se cayera al suelo.

—Charlie...

—Estoy aquí amigo, ya la enfermera llamará al Doctor Parks, resiste—le dijo y lo sostuvo, intentó levantarlo pero el peso de Duncan parecía haber aumentado.

—No me siento bien.

—Lo sé, lo sé—le dijo—. Te pondrás bien, sólo resiste.

La visión de Duncan pareció volver a perderse por segundos, el chico intentó mantener la calma y no llorar, le dolía tanto el pecho que no lograba formular una oración larga. Sostuvo el brazo de Charlie y poco a poco cerró los ojos perdiendo la consciencia completa de todo.

Charlie se asustó e intentó levantarlo pero volvió a fallar. Para su suerte el Doctor Parks con un grupo de paramédicos llegaron a socorrerlo, le pidieron que se mantuviera fuera de la habitación y luego de negarse, terminó siendo arrastrado por uno fuera de ella.