Positivamente No

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Todos tenemos nuestro momento de duda, en donde cuestionamos porqué estamos en el mundo, porqué nos suceden ciertas cosas y por qué no hemos hecho muchas de las que queremos hacer, todo eso tiene una respuesta y se llama sincronización. La sincronización es ese destino que conocemos sólo de una forma inconsciente porque cada cosa, cada persona, cada momento que sucede, sucedió y sucederá a nuestro alrededor pasa porque debe pasar.

Duncan siempre se ha preguntado por qué él, por qué habiendo mucha gente mala en el mundo, Dios tuvo que elegirlo para ser el próximo en irse. Quizás por eso hubo un tiempo en el que él dejó de creer pero luego se dio cuenta de que no había porqué culpar a Dios, no debía echarse a llorar y lamentarse porque quizás él sólo estaba en el mundo por algo y ya lo había cumplido. Pero el día en que conoció a Selene supo por qué estaba enfermo y porqué se encontraba en ese hospital, la razón era sencilla, él debía aprender de ella y ella de él.

Era algo evidente lo mucho que él había cambiado desde que la conoció, parecía volver a ser el mismo chico que vivía en él antes de su enfermedad, antes no reía, no tenía cierta esperanza de seguir, no le agradecía a nadie despertar cada mañana con vida, no lo hacía pero luego poco a poco todo empezó a ser lo contrario.

— ¿Qué te tiene tan pensativo? —le preguntó Selene a Duncan, él dio un suspiro y sólo sonrió.

—Me gusta que estés en mi vida—respondió—. Cuando estoy a tu lado no pienso en las posibilidades que tengo de morir. Sólo pienso en que estoy a tu lado y quiero seguir ahí—ella le sonrió y se acercó a él para besar su mejilla—. Eres un ángel, tienes magia y sabes cómo usarla.

—Creo que es lo más lindo que alguien me ha dicho—respondió risueña—. Duncan, te quiero mucho. De verdad.

—Yo también te quiero, Selene—tomó su mano, ella se acercó más a él y se recostó a su lado—. No te muevas, quédate aquí hasta que me duerma.

—Pero apenas son las cuatro de la tarde—él se encogió de hombros.

—Sólo quédate hasta que me duerma—recostó su cabeza en el hombro de la chica, Selene posó su mano en la cabeza del chico y lentamente empezó a jugar con su cabello. Esa sensación le gustaba a Duncan, sentir cómo los dedos de Selene pasaban por su cabello lo hacía feliz. Extrañamente feliz.

Ella estuvo así por media hora hasta que se dio cuenta de que él había caído dormido, se levantó con cuidado de su lado y lo acomodó un poco en la cama para taparlo con las sábanas que estaban a un lado de la cama. Buscó si había algo para anotar y en la libreta que encontró le dejó una pequeña nota despidiéndose para colocarla en la mesa que estaba al lado de la cama e irse de la habitación apagando la luz antes de salir.

Duncan se despertó horas más tarde y buscó a Selene con la mirada enfocada en el mueble de la habitación pero no había nadie. Se intentó levantar de la cama con cuidado y se dio cuenta de la nota que ella había dejado antes de salir.

« ¡Has caído dormido pequeño Duncan! Debo irme a atender a un paciente pero prometo venir el fin de semana para verte, te tengo una sorpresa *Imagina que hice un emoji sacando la lengua porque lo intenté varias veces y no me salió bonito el dibujo*

Te quiere, Selene.»

Él sonrió al leer la nota y se la llevó inconscientemente al pecho. ¿Era eso el amor? ¿Cómo podía saber él si eso era amor? Nunca se había sentido enamorado, había tenido novias pero ninguna lo hacía sentir tan lleno de vida a pesar de estar tan cercano a la muerte como lo hacía Selene. Ellas quizás tenía magia pero Selene era la magia.

Pero por mucho que él quisiera ver a Selene a su lado, sabía que el corazón de ella ya tenía otro nombre.

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Para todas las personas que dijeron TeamDuncan o TeamMatías...¿we, ustedes no tuvieron infancia? LINCES era la respuesta xd

Por eso les dedico este capítulo a las que sí tuvieron infancia ahre ReaderOnFire36  ChocoGirl00 LuzDC16  Hay personas que comentaron en el comentario pero así no me cuenta xd