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Duncan se levantó ese día sintiéndose con ganas de salir de aquella habitación, vio cómo una enfermera estaba dejándole su desayuno en la mesa y se extrañó por el hecho de que no era Selene la que lo estaba haciendo.

La misma enfermera se acercó a él para tomarle el ritmo cardíaco y la tensión arterial. Los valores se encontraban en orden por lo que no debía preocuparse en ese momento por ello, sin embargo lo único que pasaba por su mente era el hecho de que Selene no se encontraba haciendo eso.

—¿Y Selene?—preguntó, la enfermera lo miró y una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

—Ella tiene el día libre—respondió, el chico frunció el ceño. Selene no solía estar libres los sábados—. No debes preocuparte por ella chico, está bien.

—Pensé que tenía libre los miércoles—continuó la conversación, la enfermera asintió.

—Sí, pero pidió el día hoy—comentó—. Aquí entre nos, y te digo esto sólo porque sé que son amigos—susurró—; va a verse con un chico.

Duncan frunció el ceño nuevamente, ¿ese chico sería Matias? 

— ¿Con un chico?— ella asintió.

— No sé exactamente quién es pero estaba muy feliz contándoselo al hijo del Doctor Parks, podrías hablar con él. ¿Quieres que lo haga pasar? 

Duncan lo pensó, ¿era correcto eso o mejor esperaba ver a Selene y que ella se lo contara? Sabía que la segunda opción era la más adecuada pero estaba ese sentimiento de querer saberlo todo que lo comía por dentro.

— ¿Podría hacer eso por mí?— sonrió tímido, la mujer asintió como si fuese lo más normal del mundo y le pidió que esperara allí para buscarlo.

El castaño se acomodó en la cama y suspiró, estaba consciente de que esa no era la decisión correcta pero quería saber si el chico con el que Selene estaba era Matías.

—Zanny me ha dicho que me estabas llamando— dijo un chico rubio entrando a la habitación, Ducan volteó a verlo y notó que venía acompañado de una chica un poco más baja que él quién tomaba de su mano. Él asintió y el chico se acercó a él—. Me llamo Alan— se preserntó— . ella es mi novia Sierra—dijo y le sonrió a la chica quién le devolvió el gesto.

—Hola— los saludó—. Yo sólo quería saber si tú...bueno, o sea, no es como si me interesara, no, pero quería saber, sólo eso. Sobre Selene.

—Te gusta la chica— le dijo Sierra con una sonrisa burlona en el rostro— . Ella pidió el día libre para salir con un chico, lo conozco, no es tan guapo. No debes porqué preocuparte— dijo tranquila, Alan la miró y le dio un leve empujón— . ¿Qué?

—No ha dicho nada y ya lo estás acusando.

—Ay amor, pero se nota que le gusta. Es el síndrome de Florence Nightingale en persona, creí que eso sólo ocurría en los libros y en las películas— Duncan frunció el ceño.

— ¿Florence qué?     

—Florence Nightingale— repitió ella—, cuando los pacientes se enamoran de sus enfermeras o viceversa.

—No estoy enamorado de ella, sólo quiero ver que el chico con el que está saliendo sea un buen tipo. Ya saben, ella se merece alguien bueno— mintió, los dos chicos se miraron entre sí— ¿Qué?

—Te gusta Selene— sonrió Alan—. Oye, la verdad es que ella vino a verme para que le diera un consejo de primera cita— confesó—. Le dije que sólo debía ser ella misma y que si al chico no le gustaba pues que se buscara otro que sí lo hiciera. Sencillo.

— ¿Salió con Matías? 

— Creo que se llama así, no conozco al chico— se encogió de hombros—. Pero sé que fueron a La Clave de Sol— sonrió.

— Él no puede salir de la clínica, genio— le dijo Sierra a su novio. Alan rodó los ojos y volteó a verla.

— Puedo pedirle  cierto padre que me lo de— murmuró. Duncan lo miró y negó.

—No, no quiero ir y arruinar su cita— respondió— . No quiero que Selene se moleste conmigo, además se supone que yo no lo sé y si no me lo ha dicho es porque no quiere que me entere.

— ¿Y por qué me me llamaste?

— Sólo quería saber si había ido con Matías, él parece gustarle mucho— dijo y sintió como su corazón era apretado—. Además yo no estaré pronto y no quiero lastimarla.

— Con ese pesimismo quién dura— susurró la chica— . Debes darte ánimos, se positivo y podrás estar con ella.

— Positivamente sé que ella no me escogería a mí antes que a ese tal Matías. 



 

Positivamente NoWhere stories live. Discover now