Positivamente No

36

— ¡Levántate! Selene acaba de venir a verte—dijo Charlie, Duncan abrió los ojos de golpe y se levantó de la cama. Charlie se echó a reír.

—No vino, ¿verdad?

—No, sólo quería ver que tan apurado estabas de verla—se rió—. Ahora veo que mucho.

—Eres un idiota.

—Puedo vivir con ello—se rió otra vez. Duncan se acostó nuevamente en la cama—. Epa pero no te duermas, debemos ir a tu revisión con la Doctora Arlen; hoy la vi, es muy linda—Duncan asintió.

—Tiene como treinta y cinco años pero está soltera—Charlie negó.

—Está contra el código salir con tu Doctora, es raro y enfermizo—dijo e hizo una mueca de desagrado—. Aunque yo no soy su paciente...

—Tú tienes a la otra chica.

—Que no la conozco realmente—le dijo—. No creo si quiera tener una historia con ella, no soy bueno para empezarlas y luego lo arruino todo.

—Quizás te enseña a ser bueno—se encogió de hombros, Charlie negó y Duncan sólo tomó varias ropas del armario y se fue al baño para alistarse.

Salió como veinte minutos más tarde ya acomodado y listo para la consulta, Charlie lo iba a acompañar y juntos se fueron hasta el consultorio de la Doctora Gala Arlen. En el camino—pueden ustedes tomarlo como algo o bueno o malo—se encontró a Selene. Estaba llevando a un Señor mayor en silla de ruedas a una de sus revisiones, ella no los vio pero Duncan sí la notó y tuvo que aguantarse para no ir y correr tras ella.

—Duncan, cariño ¿cómo has estado? —habló la Doctora Arlen esperándolo en la puerta de su consultorio. Charlie le dio un empujón y se acercaron a ella para saludarla. Ella los invitó a pasar y se sentaron en las sillas frente a su escritorio.

—Bien, nada fuera de lo normal.

— ¿Cómo ha sido tu respiración? —preguntó ella anotando algo en su carpeta—. ¿Ha estado estable? ¿Te has mareado?

—Me he mareado un poco—respondió él—. A veces siento como si se me van los tiempos pero luego vuelvo a mantenerme. Es un ciclo, creo. Hay días en los que me siento muy bien y hay otros en donde mi corazón se cansa rápido pero intento no mostrarlo, no quiero que mis padres se preocupen más de lo que ya están.

—El Doctor Parks te dijo que estás más cerca de las lista para los trasplantes—él asintió—. Estamos estudiando tu caso para ver si es posible colocarte un marcapasos y no hacer el trasplante porque es una operación muy complicada y corres el riesgo de rechazar el órgano. Hablé ya de esto con tus padres.

—Usted sólo haga lo que crea que es correcto—suspiró—. Yo aceptaré todo lo que me traiga, si tengo que seguir con mi tratamiento para toda una vida, lo haré. Sólo quiero poder tener una vida normal y salir de aquí.

Ella asintió y empezó a explicarle un poco sobre la posible operación. No era nada seguro pero estaban buscando una forma más fácil de ayudarlo sin tanto proceso quirúrgico. Una operación corría mucho riesgo y nadie quería que a él le sucediera algo.

—Creo que me guiño el ojo al salir—dijo Charlie caminando por los pasillos luego de la consulta con la Doctora Arlen—, oh Gala, ámame—Duncan se rió y negó.

—Nos lleva más de diez años, tus padres te matarían.

—Es cierto—comentó—, pero dicen que las cosas prohibidas son más jugosas—se rió nuevamente. Duncan paró de caminar y él hizo lo mismo extrañado—. ¿Qué pasó?

—Selene...

—Háblale.

— ¿Crees que quiera verme?

— ¿Por qué no lo haría? —Duncan se encogió de hombros sin saber qué decir. Ella se encontraba charlando con una de las secretarias que mantenía el control de visitas a las habitaciones. Estaba tan linda que Duncan no sabía si debía ir y molestarla.

Porque así se estaba sintiendo, como si la molestara.

Por eso no le había hablado desde la vez que discutieron, no quería fastidiarla. Si su corazón pertenecía a otra persona entonces él debía entender eso y avanzar, el problema era que nadie podía comparar lo que ella le estaba haciendo sentir.

Selene volteó un momento y su mirada se encontró con la del castaño, le sonrió por inercia y volvió a la conversación un momento. Duncan creyó que lo había ignorado hasta que se dio cuenta de que ella estaba caminando hacia él.

—Creo que debo dejarlos solos—mencionó Charlie alejándose lentamente del chico.

Duncan sólo le dio tiempo de asentir cuando vio a la chica parada frente a él.

—Duncan—él sonrió.

—Hola Selene.

—Debo hablar contigo.

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Capítulo dedicado a AlbaCarina 

Espero les guste <3