Positivamente No

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— ¿Por qué me trajiste aquí? —preguntó Duncan mirando el jardín. No era extraño que estuviese allí pero se le hacía raro que Selene lo llevase luego de haberle dicho que debía conocer a alguien.

—Ya te lo dije—respondió la chica—. Quiero que conozcas a alguien, sé que podría ayudarte con tu problema de negatividad—sonrió y lo tomó de la mano para caminar hasta una de las mesas en donde se encontraba un chico.

Duncan lo observó con inquietud y quizás un poco de curiosidad, conocía a ese chico pero ¿de dónde? Intentó no parecer tan obvio al verlo hasta que se dio cuenta de quién era realmente la persona y no le había gustado para nada saberlo.

Era Matías, era el mismo chico que Selene le había mostrado aquella vez con su celular. Era él, no cabía duda, sus ojos, su cabello, su rostro...era justo como ella se lo mencionaba y sintió como si le hubiesen dado un golpe en el estómago, su corazón se detuvo por un instante y supo que así es como iniciaba lo que llegaría a ser un corazón roto.

—Él es Matías, es el mejor amigo de un chico que conocí en el curso de primeros auxilios—presentó al chico—. Y él es Duncan, el chico del que te hablé—él asintió y miró al castaño.

—Me dijeron que tienes insuficiencia cardiaca—mencionó él, Duncan se encogió de hombros y se sentó en la mesa con Selene a su lado. Quizás debía aplicar esa vieja ley que sobre mantener sus enemigos cerca

—La verdad es que ni yo mismo sé lo que tengo—respondió—. Sólo sé que quiero salir ya de este lugar y poder vivir mi vida como la había planeado a los quince—confesó y se llevó las manos a la cabeza, Selene lo observó con un poco de ternura porque jamás había visto ese lado de él. Ese lado vulnerable que solía esconder.

— ¿Y por qué no te lo propones? Sabes Duncan, las personas suelen ser un poco pesimistas cuando se encuentran en situaciones difíciles pero es necesario cambiar esa mentalidad para que así puedas surgir—explicó el chico, Selene asintió y lo tomó de la mano—. Hace unos meses, mi mejor amigo estaba pasando por una situación de duelo de pareja, su novia había llegado un día como si nada y le escribió una carta dejándolo sin una explicación seria; entonces pensé que al ser él una persona digamos que dependiente a ella, le iba a afectar de una manera bastante grave pero le di mi apoyo y me di cuenta de que incluso la persona que parece estar en sus peores situaciones, puede salir de ella.

— ¿Y qué tiene que ver eso conmigo?

—Que tú crees que estás pasando por una situación difícil—le respondió el chico. Duncan frunció el ceño y negó.

—No lo creo, sé que estoy en una situación difícil. Complicada diría yo—lo miró con recelo, no estaba teniendo una buena impresión del chico. Quizás no era realmente por lo que le estaba diciendo sino más bien porque sabía que esa actitud que él no tenía, era lo que hacía que Selene se fijara en Matías.

—Eso es lo que tú piensas, pero la verdad es que no tienes una base para decir que es difícil.

—Puedo morir en cualquier momento—aseguró, Selene observó la situación y notó que debía intervenir en ella.

—Yo también y Selene también, incluso todo el mundo puede morir en cualquier momento ¿cuál es entonces la diferencia entre tú y el resto?

Duncan lo miró con molestia, no le gustaba el hecho de saber que él estaba teniendo la razón. Estaba prácticamente ganándole en lo que era esa pequeña discusión improvisada.

Matías sonrió y observó a Duncan para darle una mirada serena, éste supo en ese momento que él también sabía que le había ganado, cosa que hizo que el castaño suspirara un poco frustrado, no quería sentirse como si estuviera compitiendo con Matías pero todo le indicaba que él sí lo estaba haciendo.

Selene supo que lo mejor que podía hacer era acabar con ese encuentro que se había vuelto un poco incómodo. No había pensado en la posibilidad de que ninguno de los dos mostrara simpatía por el otro. Le pidió a Matías que se fuese y éste no tuvo problema alguno en seguir lo que le estaba diciendo, le dijo a ella que la llamaría en la noche y se despidió con un abrazo para luego ver a Duncan y saludarlo con un casual apretón de manos e irse del lugar.

Duncan siguió sus pasos, quizás no era que Matías fuese un mal chico, sino que era el chico que le interesaba a Selene.

—Matías y yo nos conocemos desde hace unos cuatro meses—dijo Selene captando la atención de Duncan—. Antes de conocerlo, pensaba que no estaba capacitada de hacer lo que estoy haciendo ahora, ayudarte a ti y al resto de las personas a pasar un buen rato en este lugar tan hostil que muchos siempre suelen odiar y me veo en un punto muy bonito de mi vida en donde le agradezco haberme hecho cambiar esa perspectiva tan tonta que tenía sobre mí; por eso quería que él hablara contigo.

—Es increíble que él te hiciera pensar que sí podías hacer realidad lo que te gustaba—le dijo Duncan un poco tímido, no sabía si debía decir algo más o sólo quedarse callado. Optó por la segunda opción.

—Gracias a que él logró convencerme, es que te conozco Duncan—confesó—. Fue una de las mejores decisiones que hice; eres alguien bastante divertido, tienes un lado muy amable y me causa mucho interés pasar el rato contigo, no soy de muchos amigos pero pienso que tú eres de las pocas personas que conozco que se han ganado mi cariño muy rápido—explicó.

—Tú ya sabes lo que pienso de ti Selene, eres una chica brillante, sin duda lo eres, capaz de hacer que las personas puedan cambiar su perspectiva de vida de una manera tan bonita.

Ella se acercó a él y le dio un pequeño beso en su mejilla. Duncan se sonrojó.

— ¿Por qué será que eres tan tierno? —él frunció el ceño.

— ¿Tierno? ¡Pero si soy mayor que tú! —contestó exaltado, ella se echó a reír y lo miró nuevamente con ternura.

—Eres tierno y gracioso. Una buena combinación.

— ¿Estás coqueteando conmigo? —Ella se encogió de hombros y acomodó un poco su cabello.

—Puede que un poco.

N/A: ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Piensan que Matías hizo bien en hablarle así a Duncan?