Entendido, profesora. TERMINADA.

Capítulo 50. FINAL.

Lamento lo anterior, sin embargo es una realidad de la que muchas mujeres no pueden escapar, y el sentimiento de impotencia, de enojo y de tristeza profunda que eso causa es lo que quería mostrar aquí.

Recuerden que aquí tengo el poder de lograr que sea diferente, ahí afuera no hay quien cambie el final de la historia.

ANGELA MAREL:

Luz.

Había estado sumergida en una profunda oscuridad que me hace odiar la luz en cuando abro los ojos y me hace tener que cerrarlos de nuevo.

No quería abrirlos de nuevo.

No ante esa realidad que parecía más tenebrosa que la oscuridad en la que estaba.

El abandonó de Elena, la muerte de Valentina, el adiós de Tony.

Ni siquiera entendía como es que todo se fue a la mierda tan pronto y tan rápido.

__ Se movió __ escuche esa voz conocida.

¿Qué?

__ No, claro que no.

__ ¡Sí! Se movió, mírala __ siento unas manos pequeñas tocarme el rostro.

Mis ojos se abrieron lentamente y escucho los suspiros aliviados.

__ ¡Mija! __ Rosa levanta mi cuerpo como el de una muñeca abrazándome con fuerza, sus lágrimas caían __ me asustaste, me asustaste mucho.

No tengo ganas de nada así que ni siquiera correspondo el abrazo, mi vista choca con el cuerpo de una mujer. La recorro desde la cintura hacia arriba, poco a poco, hasta llegar a su rostro.

El rostro que tanto amo.

__ Hola, cariño __ Elena me susurra y se inclina junto a mi cuando mi madre por fin me suelta.

__ Volviste.

__ ¿A dónde me fui? __ Ella me mira confundida, pero luego niega con la cabeza y me sonríe __ estoy tan feliz de que estés bien.

Siento una horrible en el pecho. Porque me duele escuchar la palabra "felicidad", yo no lo soy, no hay manera de que lo sea nunca a partir de ahora.

__ Me desmaye __ les dije segura, ellas asintieron __ en el velorio, joder, soy una horrible amiga. Mamá __ hablo a mi madre, quien comparte miradas con Elena como si no me entendieran __ ¿Fuiste al entierro? Dime que si, por favor, dime que si sabes donde esta Valentina.

__ Amor, subiste al cuerto a buscarla, y cuando ibas bajando tropezarse en los tres últimos escalones y caíste. Desde eso has estado aquí, he tenido que tranquilizar a Elena porque quería llamar una ambulancia. Pero yo estoy acostumbrada a tu torpeza.

Siento mi pecho dolor aún más que antes, pero ahora es diferente, porque siento cada latido, la sangre en mis venas, mis ojos se abren y las miro.

__ ¿Valentina está...?

__ Llegando __ Valentina ingresa por la puerta cerrando su paraguas __ ¿Sabías que cuando llueve no podemos ver los hoyos de tus calles? El auto estuvo saltando como loco.

La observo como a un fantasma.

Ni siquiera puedo crees que este ahí, con su porte elegante, su típica cara de desagrado y criticando las calles de mi barrio como siempre.

Verónica entra poco después y la veo saludar a Elena.

__ Perdóname por no avisarte antes, estábamos algo ocupadas y se me fue llamarte.