Capítulo 43. ELENA LANDAM

5.3K 275 89
                                    

__ Vas a hacerle un hoyo a mi alfombra.

Jorge, el esposo de Verónica es quien se queja porque no he parado de dar vueltas en su sala a causa de los nervios que tengo solo de pensar en tener a Angela frente a mi.

Puedo sentir que algo está mal entre nosotras, es más que obvio, ella no ha asistido a clases y estoy segura que es porque no quiere verme.

¿Pero porque no quiere hacerlo?

He estado dándole vueltas al asunto después de la platica con Valentina y creo que todo es relacionado a la propuesta de matrimonio de Sergio. Ese evento me tomo tan desprevenida a mi como a ella, no me lo esperaba, el y yo nunca hablamos sobre eso, no estaba en el trato y yo lo sabía.

Por eso cuando la escena de "amor" terminó, lo busqué en el estacionamiento y lo enfrenté, le pedí una explicación de todo eso.

El me dijo que era necesario, que era tan falso como nuestra relación pero que necesitaba aparentar ese compromiso por un motivo que desconozco y que el no quiso decirme. Luego me recordó el motivo porque el que yo tenía que seguir sus órdenes y jugó la misma carta de siempre.

"¿Qué prefieres? ¿Fingir una semana más para luego conservar a Angela y a tu trabajo... o abandonar la farsa pero perder tu empleo y muy probablemente a la chica también?"

Esas fueron sus palabras, y aunque yo alegue contestando que si el hablaba me despedían, pero Angela estaría conmigo pase lo que pase, el se encargó de tocar mis inseguridades para hacerme ceder.

"¿Estás segura? ¿De quién está enamorada la pequeña Angela? ¿De Elena o de la imagen de autoridad que representas y la pone caliente? Es solo una niña que si un día te encontrabas por la calle jamás se hubiese fijado en ti. Pero como eres la profesora sexy y le cumples la fantasía con la que cualquier alumno ha soñado las cosas son diferentes. Estoy muy seguro de que a Angela no le parece atractiva Elena, pero Miss Landam, esa si que la calienta. ¿Quién es Elena para Angela sin el puesto de profesora?"

Es todo lo que ha dado vueltas en mi cabeza.

¿Qué soy para Angela además de su profesora?

¿Es realmente posible que todo el encanto se pierda cuando dejemos de ser alumna y maestra?

Por mi parte no.

A mi no me importa si Angela es o no mi alumna, yo quiero estar con ella en las condiciones que sean. Y estoy segura que sí yo la hubiese visto por la calle le hubiese regalado una larga mirada y hubiera sido para mi uno de esos amores a primera vista a los que nunca vuelves a encontrarte. Porque no hay manera de que ella pueda pasar desapercibida.

Mi mente sigue dando vueltas, no entiendo que debo hacer. Intento todo lo que esta en mis manos para que al final estemos juntas, porque cada día que la miro a la lejos es un maldito sacrificio para mi, cada día cuando la miro solo quiero envolverla en mis brazos, besarla, decirle que la amo y que espero con ansias el día en que seamos tan libres para amarnos como cualquier persona.

Le prometí a Sergio que me mantendría lejos, pero romper esa promesa no me importa, no podía quedarme más tiempo sin buscar la manera de traerla a mi y de poder hablar con ella. Estoy muy agradecida con la doctorcita, Verónica ha sido una gran amiga para mi e incluso me ha prestado su celular para comunicarme con Angela, y se ha ofrecido a ir por ella y traerla aquí, a su casa para que podamos hablar sin ser descubiertas.

El sonido del motor del auto entrando al garage me hace detenerme y mirar impacientemente hacia la puerta, le ruego al universo que Angela haya accedido a venir y hablar conmigo. No quiero que piense cosas que no son, necesito explicarle, necesito dejarle claro que mi matrimonio con Sergio es algo que nunca va a suceder. Necesito dejarle claro que ella es mi vida entera.

Entendido, profesora. TERMINADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora