Capítulo 35. ANGELA MAREL

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__ ¡Auch, auch! Mamá, espera, me duele, ¡Aah! ¡Mamá!

Mamá ignora mis quejas y continua arrastrándome a la casa jalandome de la oreja con tanta fuerza que estoy segura que de ahora en adelante no escucharé con una oreja.

Listo, me voy a quedar sorda. Premio nobel a la madre del año.

__ Para que aprendas a comportarte __ me dice una vez que estamos dentro, la veo regresar a la puerta mientras froto mi pobre oreja tratando de disminuir el dolor.

Elena quien va llegando a la puerta es interceptada también por mi madre quien no duda en hacerle exactamente lo mismo que a mi.

__ Ay, ay.. lo siento... lo siento..

__ ¡Mamá! No le lastimes la oreja a Elena también __ me quejo y voy a rescatar a mi novia.

Pero en su lugar mi madre vuelve a agarrarme y ahora nos tiene a las dos quejándonos del dolor.

__ Se callan y se sientan. __ nos ordena y ni yo, ni mi novia nos atrevemos a llevarle la contraria.

Mamá nos descubrió en el auto besándonos, digamos que después de mi confesión Elena se puso un tanto eufórica con las muestras de afecto.

Así que en cuanto mamá nos vio mientras llegaba de hacer su compra, casi rompe a golpes la puerta del auto de Elena y me saco de la oreja de ahí.

Por eso me duele tanto. Yo sufrí un camino aún más largo que el de Elena. Aún así, me avergüenza mucho que mi mamá también trate a Elena como una niña pequeña.

__ Señora, yo quiero pedirle disculpas...

__ Silencio, Elena. No debería explicarte esto porque eres la mayor de las dos. Pero actúas igual o peor que Angela. ¿Cómo se les ocurre hacer ese tipo de escenas en la calle? ¡Dónde todo el mundo puede verlas!

Elena tiene cara de perrito regañado, yo simplemente me encargo de acariciar suavemente su oreja, tratando de disminuir el dolor del fuerte apretón de mi mamá.

__ Le prometo que no se volverá a repetir.

__ Que te calles, Elena.

__ ¡Mamá! No le hables así, no olvides que es mi maestra.

__ En esta casa Elena no es más que tu novia. Y Elena sabe muy bien que aquí se hacen las cosas como yo digo, ¿verdad?

Elena asiente y permanece en silencio escuchando los regaños de mi madre.

__ ¿Aún te duele, mi amor? __ le pregunto en un susurro mientras mi madre continua con su cátedra de regaño 2.0.

__ Sólo un poco..

__ ¡¿Me están escuchando?! __ Elena pega un salto del susto y asiente frenéticamente __ ¿Qué no te importa tu trabajo? Dijiste que serias cuidadosa y mira como te encuentro. Para empezar, ¿Qué haces aquí en esta hora? Aún falta mucho para el horario de visita.

__ Solo traía a Angela a casa.

__ Angela esta acostumbrada a tomar el autobús.

__ Lo sé. Pero ahora me tiene a mi, puedo traerla de la escuela, esta más segura conmigo.

__ No me pediste permiso, Elena.

__ Lo siento, es que me quedaba de paso. Pero a partir de hoy traeré a Angela a casa todos los días.

Mamá no estaba de acuerdo, seguía diciendo que era demasiado peligroso para nosotras el que se nos vea muy juntas. Y es que yo también lo creo, pero a Elena parecía no molestarle hacer de todo con tal de robar un poco de tiempo conmigo.

Entendido, profesora. TERMINADA. Where stories live. Discover now