Capítulo 19: ELENA LAMDAN

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Me duele la espalda.

Ha sido un viaje largo y estar sentada tanto tiempo en un autobús definitivamente me ha hecho mal, es por ello que ahora me encuentro en mi habitación recostada sobre la cama en la posición más cómoda posible, tratando de estirar cada uno de mis músculos.

Y también estoy pensando en ella.

Últimamente pienso siempre en ella.

Es como la manzana roja que Eva no pudo evitar morder, ella es esa manzana para mi. Y por más que trato de alejar mi vista de ella, e intento enfocarme en mi trabajo, en mis clases, no puedo.

Ella es especial, lo noté desde el primer día, la note desde la primera vez, ella y su gusto por las faldas, ella y esa manía de alisarlas a cada minuto, ella y su rostro angelical haciéndole total sentido a su nombre.

Nunca me han gustado mujeres menores que yo, he tenido novias de mi edad y uno o dos años menores que yo, pero jamás con alguien mucho menor que yo como lo es ella. Y no sé porqué me gusta tanto, Angela es un imán al que no puedo evitar sentirme atraída, y mientras más prohibida la siento más me gusta.

Me encanta esa mujer, todo se arreglaría con una noche, estoy segura, estas ansias de ella, si tan solo pudiera tenerla una sola vez estoy segura de que la superaría, de que podría olvidarla y seguir con mi vida. Solo una noche, tan solo una.

El sonido de la puerta interrumpe mis pensamientos, confundida reviso la hora dándome cuenta de lo tarde que es, 1:30 am, ¿Quién viene a tocar a esta hora?

Desconfiada camino hacia la puerta, es muy tarde como para visitas, posiblemente sea un asesino en serio, no estoy lo suficientemente loca como para abrir la puerta como si nada.

__ ¿Quién? __ pregunto con un hilo de voz, la garganta parece temblarme pues todo esto me da mala espina.

__ Angela __¿Angela? ¿Qué hace Angela aquí a esta hora?.

La idea de que le ha pasado algo o pueda necesitar mi ayuda cruza por mi mente así que abro la puerta de prisa y la tomo del brazo metiéndola a mi habitación, luego me encargo de cerrar bien la puerta con seguro, si Angela está en peligro yo daré mi vida por protegerla.

__ Estas bien __ le pregunto, pero ella solo esta parada en medio de la habitación, me mira y su respiración parece agitada, realmente no entiendo nada. __ ¿Angela? __ Camina hacia mi y me toma de los hombros.

No entiendo nada, y no entiendo la fuerza que tiene cuando me empuja y me hace caer a la cama, mucho menos entiendo el porqué se sube a mi regazo y se quita la blusa.

Angela no tiene nada debajo.

Sus hermosos y perfectos pechos quedan frente a mi rostro, justo a la altura de mis labios y por más ganas que tengo de tenerlos en mi boca me resisto cuando coloca su mano en mi nuca y trata de empujarme hacia sus pechos.

__ ¿Qué haces? __ le pregunto poniendo toda mi fuerza y voluntad en evitar caer ante tal tentación, aunque siento mi boca hacerse agua de solo mirar sus pezones __ Angela..

Ella lleva la cabeza a un lado, estirando de esa manera su cuello expuesto a mi y creando un maravilloso espectáculo con sus pechos.

__ Tócame, Elena __ sus brazos se envuelven sobre mis hombros, dejándonos aún más cerca, mi rostro queda entre sus pechos __por favor, tócame.

A la mierda todo, voy a hacer esto y lo voy a disfrutar tanto.

Ella no necesita pedirlo de nuevo pues no me demoro nada en atrapar uno de sus senos en mi boca, la escucho gemir de gusto al ser complacida, no puedo evitar que la pasión me llene cuando se trata de ella, paso mi lengua sobre su pezon, lo tomo entre mis dientes, lo chupo, ella suelta suspiros y continúa sujetando mi nuca sin permitirme alejarme. Mis manos, que no se pueden quedar quietas cuando se trata de ella, comienzan a acariciar sus piernas, su trasero, su espalda, quiero recorre todo su cuerpo, quiero que mis manos se aprendan su piel de memoria, quiero no olvidar esto nunca porque será la primera y última vez que voy a tocarla de esta manera.

Entendido, profesora. TERMINADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora