Capítulo 40: ANGELA MAREL

5K 267 77
                                    

__ Hola __ la saludo, ella levanta la vista y me sonríe, luego parece recordar algo y vuelve a su cara seria. Pero no le dura mucho, pues cuando me vuelve a mirar su sonrisa aparece de nuevo. __ Ya terminé, profesora.

__ Eres rápida, Marel __ me llama por mi apellido y acerca mi cuadernillo a ella, la miro calificarme, concentrada y con el ceño fruncido. Me gusta tanto que sin darme cuenta me encuentro mordiendo la punta del borrador de mi lápiz y mirándola fijamente, a ella, a sus suaves y delicadas manos sobre el papel, sus largas pestañas y esa nariz divina. __ Eres realmente buena en esto.

__ Soy buena en muchas cosas, profesora __ estoy en mis días. Estoy hormonal, ¿ok? No es mi culpa. Y a ella no le molesta, al menos no es lo que parece cuando me mira levantando la ceja y niega divertida con la cabeza.

__ ¿A caso hay un doble sentido escondido por ahí, Marel? __ me pregunta en un susurro. Mis compañeros continúan en sus ejercicios así que no nos miran, pero nosotras estamos lo suficientemente lejos una de la otra. Como una alumna y una maestra normal en la entrega de una tarea.

__ ¿Usted notó doble sentido en mis palabras, profesora? __ me hago la inocente pero relamo mis labios, estoy de espaldas a la clase así que nadie más que ella puede verme. Su vista fija en mis labios me hacen querer besarla, aunque realmente quiero besarla todo el tiempo. Tres días, llevamos tres días en esta maldita estupidez en la que no podemos estar juntas. Y siento que no puedo más, extraño a mi novia, extraño nuestras tardes juntas, nuestros besos.

Uno de mis compañeros se acerca al escritorio también a ser calificado, así que ella raspa la garganta y se sienta derecha. Su sonrisa desaparece y ha puesto esa maldita cara seria que me encanta.

__ Tienes 10, Marel, ve a tu lugar, por favor.

__ Como siempre __ me encojo de hombros __ gracias profesora.

Estoy por irme a mi lugar pues Elena ha comenzado a calificar la tarea de mi compañero, pero es la voz de ese mismo chico quien me detiene.

__ Uff, que buen culo traes, Angela.

Imbécil. Sólo ruedo los ojos y evito entrar en conflicto con el, no tengo ánimos de discutir con nadie así que simplemente lo ignoro y regreso a mi lugar.

__ Tenias 8, pero como eres un grosero con tus compañeras tu tarea de este día queda anulada.

__ ¿Qué dice?

__ Fui muy clara cuando dije que en mi clase jamas iba a permitir este tipo de comportamiento.

__ Usted no puede hacer eso, hablaré con la subdirectora.

__ El acoso escolar es suficiente motivo para que le asiente cero en su nota. Y también para expulsión inmediata. Con mucho gusto podemos ir a consultar mis decisiones a la subdirectora. __ Elena se levanta y avanza hacia la puerta esperando que aquel chico la siga.

Pero la palabra expulsión es suficiente para hacerle temblar las piernas a los idiotas como el que se hacían los valientes y creían que podían retar a Elena.

__ Lo siento, Miss Landam.

__ No me digas a mi, disculpate con Angela, pero eso no hará que dejes de tener cero.

El asiente y toma su cuadernillo, avanza hacia mí lugar y con la cabeza gacha me pide perdón. Yo acepto sus disculpas y el se va a su lugar. Aún tiene cara de enojado pero a nadie parece importarle, Elena me guiña el ojo desde su lugar haciéndome sonreír.

Como amo a esa mujer, Jesús de Jerusalén.

Estos tres jodidos días sin ella han sido un martirio. Todo mi contacto con ella son miradas cómplices a lo lejos por los pasillos, y nuestras pequeñas interacciones durante clases. El odio que le tengo a Sergio por obligarnos a estar alejadas es indescriptible.

Entendido, profesora. TERMINADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora