Eterno | KookV♡

｢Capítulo 47❃｣

Una fuerte punzada de dolor atravesaba su cabeza, y por instinto llevó sus manos hasta esta para revisar la herida causante de la aflicción. Sintió una pequeña cicatriz en la línea donde iniciaba su cabello y abrió los ojos de inmediato encontrándose con una habitación desconocida. 

Le tomó un momento acostumbrarse a la luz, y una vez que lo hizo, intentó identificar el lugar donde se encontraba. No había mucho para apreciar, una cama con sábanas blancas en la que ahora estaba sentado, una pequeña estantería con libros y a su derecha, la puerta.

Notó que su torso y brazos se encontraban cubiertos por vendas y pequeños recuerdos de la noche llegaron a su mente. Fueron descubiertos por La Corte, se enfrentó a los enviados en la cabaña, combatieron y todo estaba resultando a su favor hasta que aquella mujer lo torturó de manera despiadada haciéndolo caer inconsciente. 

Una vez estableció los hechos mínimos, no pudo evitar pensar en Taehyung. Necesitaba encontrarlo, saber si su escape resultó exitoso. 

Sin dudarlo más, ignoró el dolor de su cuerpo y se dispuso a levantarse para salir de inmediato, cuando escuchó dos conocidas voces discutir afuera de la habitación.

—¿Dónde está Taehyung? —Cuestionó Seokjin con notorio enojo.

—Cuando llegamos al lugar, él ya no estaba. —respondió Min Yoongi y Jungkook pudo escuchar a Seokjin soltando un gruñido.

—¡Maldita sea con todo! Sabes que lo necesitamos. Él estará tan molesto...

—¿Qué haremos con el Eterno? —cuestionó Yoongi y Seokjin iba a responder hasta que fue interrumpido por una tercera voz.

—Yo me encargaré de él.

Jungkook contuvo la respiración al escuchar aquella voz y se quedó completamente helado, una sensación pesada se instaló en su pecho y sintió que su mundo se estaba cayendo a pedazos. No podía ser cierto, no podía ser él, estaba muerto, fue asesinado en combate aquella fatídica noche. Su mente tendría que estarle jugando una mala pasada, no existía manera de que se tratara de él.

Se levantó de la cama con rapidez dispuesto a salir de allí para enfrentar la verdad y encontrar a Taehyung, sin embargo, las heridas en su pecho lo sofocaron y terminó por caer al suelo mientras ahogaba un grito de dolor. La puerta se abrió en ese instante y obtuvo la confirmación que estaba buscando.

—Jungkook. —se acercó rápidamente hasta él para ayudarlo a levantarse, sin embargo, él rechazó su agarre y lo empujo lejos.

El pelinegro se levantó, apretando con los brazos su propio abdomen al sentir como algunas heridas comenzaban a abrirse. No obstante, todo esto dejó de importar cuando su mirada encontró la del contrario. Un torbellino de recuerdos llegó a su mente y todo malestar físico fue reemplazado por los múltiples sentimientos que le provocaba estar observando nuevamente aquel rostro por el que tantas lágrimas derramó en el pasado.

Quiso preguntar muchas de las cosas que comenzaba a cuestionarse, pero ninguna palabra era capaz de salir de su boca. Sus ojos se cristalizaron, sintió su pecho doler y esta vez no era por las heridas, al menos no por una hecha con un arma. Observó cada centímetro de él, intentando encontrar una explicación lógica a lo que estaba viendo. En ese momento, deseó con todas sus fuerzas estar perdiendo la razón, alucinar con su imagen como sucedió tantas veces atrás, porque prefería eso a aceptar que él era real.

Si lo era, sólo podía significar que le mintió, lo engañó y lo dejó sufriendo su muerte durante todo este tiempo.

No podía aceptar eso.

—Jungkook... —su voz sonó con más suavidad, intentó nuevamente acercarse a él, pero lo rechazó. Tragó de forma dura y contuvo el dolor que le provocaba su actitud. — Puedo explicártelo.